Angelina Jolie: Una custodia que no tiene fin

Cuando se cumple casi un año desde que Angelina Jolie anunciase su separación de Brad Pitt (y cuatro, desde que ambos se dieran el «sí, quiero»), la que un día fue pareja estrella de Hollywood no abandona el foco mediático y parece no poner fin a las «diferencias irreconciliables» que la actriz alegó entonces en su demanda de divorcio.

A la espera de que se resuelva definitivamente la custodia de los seis hijos que tienen en común (Maddox, de 17 años, Pax, de 14, Zahara, de 13, Shiloh, de 12, y los mellizos Vivienne y Knox, de 10), ayer se desvelaron nuevos documentos del caso, en los que la Justicia insta a Jolie a dar un paso atrás en la que parece su lucha por obstruir la relación entre los niños y su padre.

Ya a principios de mes la protagonista de «Maléfica» presentaba en la Corte Suprema de Los Ángeles un dosier en el que asegura que su ex pareja no paga la manutención de sus hijos. Una acusación que despertó la ira de Pitt, que, a través de su abogado, aseguró haber pagado desde que se separó más de un millón de euros en facturas de Angelina y sus hijos, además de haberle prestado casi siete para la compra de la vivienda en la que actualmente residen.

No obstante, la mayor queja del actor de 54 años viene por las dificultades que está teniendo para poder ver a sus hijos. Así lo certifican personas cercanas a la ex pareja, que ayer aseguraban al portal de noticias «TMZ» que «Angelina está poniendo más distancia de la que ya hay entre los niños y Brad e influye negativamente en que retomen una relación normal con su padre». Añaden que Zahara, Shiloh y Vivienne son los más afines a él, mientras que Maddox, Pax y Knox lo son de su madre.

Los documentos revelados ayer parecen dar la razón a Pitt. En ellos se certifica que el juez del caso obligó el pasado 11 de julio a la intérprete de 43 años a instalarse indefinidamente en Los Ángeles para que el régimen de visitas pueda desarrollarse sin problemas. Además, le insta a no interferir en la decisión del juez de que los niños vean a su padre cada dos días: durante el curso escolar podrán pasar con él cuatro horas, que serán 12 cuando no tengan colegio. Asimismo, ha sido obligada a proporcionar a Pitt los números de teléfono de sus hijos, sin que tenga autorización para controlar las conversaciones ni los mensajes que se intercambien.

Tales condiciones se mantendrán hasta el martes, cuando se prevé que se celebre una audiencia provisional en la que se revise el caso a la espera de la resolución final. De no cumplir con lo estipulado, Jolie corre el peligro de perder la custodia primaria de sus hijos.