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Croacia: Paula Vázquez, mil lugares para recorrer

La presentadora se enamoró de su gente y de sus paisajes, tanto en el interior como en la costa

Uno de los aspectos del país que más le sorprendió fue lo cristalina que es el agua, y las preciosas cascadas
Uno de los aspectos del país que más le sorprendió fue lo cristalina que es el agua, y las preciosas cascadaslarazon

La presentadora se enamoró de su gente y de sus paisajes, tanto en el interior como en la costa.

Jamás pierde la sonrisa. Y eso que lo ha tenido difícil. Consolidada como una de las presentadoras de televisión más solventes de nuestra televisión, sufrió un parón involuntario en su carrera que supo afrontar con paciencia y, sobre todo, coraje. Fuerza, perseverancia y profesionalidad resumen sus virtudes, que se vieron recompensadas cuando #0, de Movistar+, apostó por ella el año pasado para presentar el programa Fama, a bailar, cuya renovación para una segunda temporada ha sido anunciada por la plataforma hace tan solo unas semanas. Con la tranquilidad que da saborear la estabilidad profesional del momento, disfruta de unas vacaciones que interrumpe unos minutos –encantadora siempre– para resumirnos un viaje a Croacia que permanece intacto en su memoria a pesar del tiempo que ha pasado: «Fue en 2009... ¡Madre mía! Ya hace nueve años... Estuve en Croacia y me sorprendió todo lo que me encontré. En primer lugar, resaltaría el carácter amable y hospitalario de los croatas. El país tiene unos 600 km de costa que son fáciles de recorrer y, organizándote bien, puedes vivir aventuras muy diferentes: islas, paisajes medievales, casas bucólicas en lo alto de praderas inmensas cerca de lagos como los de Plitvice, un parque natural que te aseguro que te deja sin habla, los cascos antiguos de sus ciudades... Y todo esto integrado en un turismo muy familiar. Me encantó». Más allá de gustos o preferencias, Paula es una viajera incansable que habla con criterio. Transmite entusiasmo.

«Todo fue maravilloso, de verdad. Desde lo más emblemático, como dar un paseo por las murallas de Dubrovnik para contemplar tejados rojos resplandecientes y su casco antiguo medieval, hasta descubrir pequeños rincones menos transitados. Pero, sin duda, lo que más me gustó fueron los lagos de Plitvice: había visto fotos de este lugar, pero nunca imaginé que fuera tan espectacular. ¡Vaya agua, vaya cascadas! Un regalo de la naturaleza. Es uno de esos lugares que todos tendríamos que ver antes de morir. Creo que debe ser visita obligada si viajas a Croacia». Metida en asuntos más pragmáticos, nos da, además, dos consejos fundamentales: «Recomiendo llevar calzado cómodo para poder disfrutar de los paseos por los cascos antiguos medievales, porque son empedrados.

Y también llevar una buena cámara de fotos». Así inmortalizó la instantánea que ilustra esta página y que rescata rápido de un álbum privado en el que Croacia ocupa un lugar especial. «Hace años que hice aquel viaje y aún se lo recomiendo a mucha gente. Quizá vaya siendo hora de que vuelva». Será cuestión de mirar agenda. Aunque lo tiene difícil. Se le acumulan los viajes soñados: «Hay millones de sitios que me gustaría conocer. Bora Bora, Seychelles, Islas Mauricio, ¡y así sin parar!». Dados los miles de kilómetros que la separan de esos destinos supone casi un reto visitarlos todos. Pero de eso, de retos, la gallega sabe mucho. Más tarde o más temprano, lo logrará.