Papel
«Mr. Selfridge»: Ambición por la alta sociedad londinense
Su calidad la convierte en un producto perfecto dentro de los dramas de época
En 1906 el comerciante norteamericano Harry Selfridge decidió pasar unas vacaciones junto a su mujer en la ciudad de Londres. En su viaje, el empresario descubrió las posibilidades comerciales que ofrecía la ciudad, en la que la presencia de los grandes almacenes era prácticamente nula y la venta de ropa, perfumes o complementos correspondía a pequeños comerciantes. Tres años después, empujado por la falta de motivación que sufría en su ciudad natal, Chicago, Selfridge decidió trasladarse a la capital británica, e inaugurar sus propios grandes almacenes, Selfridge’s.
Éste es el punto de partida de la producción británica de «Mr. Selfridge», protagonizada por el actor neoyorquino Jeremy Piven, que narra cómo durante las décadas posteriores el interés de Selfridge de conocer y agradar a su clientela le convirtieron en un pionero de la venta al por menor gracias a sus acciones de marketing y sus deseos de estar a la última.
¿Por qué están los perfumes situados en la entrada de los grandes almacenes? ¿Estaba bien visto a comienzos del siglo XX que la ropa interior se viese en los escaparates? ¿Desde cuando usan las mujeres el pintalabios? ¿Y el colorete? ¿A quién y por qué se le ocurrió el periodo de rebajas? ¿Cuándo comenzaron a venderse en Inglaterra pantalones para mujeres? Éstas y otras cuestiones son algunas de las curiosidades del mundo de la moda que narra la serie creada por Andrew Davies y que se basa en el libro de Lindy Woodhead «Shopping, Seduction & Mr. Selfrige», que se traslada a la pequeña pantalla acompañado por historias de la vida familiar y sentimental del magnate, así como las de algunos de los trabajadores de los grandes almacenes. Y lo hace con cierto aire folletín, en el que los dramas se suceden sin dejar de lado los eventos más relevantes de la época en la que se ambienta la historia.
Aunque la ficción deja muy claro que la principal preocupación de Selfridge es su empresa y el deseo de convertirse en alguien relevante en la sociedad londinense, la familia del comerciante también tiene un papel muy relevante en la serie. Junto a su madre, su esposa y sus hijos, el magnate combatirá las reticencias iniciales que despertó su llegada a Londres, a través de eventos que los acerquen a la alta sociedad de la ciudad. Y también tratará de mantener a salvo su matrimonio, aunque su popularidad le aleje de Rose, su paciente esposa, y le acerque a cabareteras, bailarinas de talla internacional y poderosas mujeres pertenecientes a la alta sociedad británica.
Junto a Piven, en el reparto de «Mr. Selfridge» podemos encontrar rostros habituales de la televisión británica como Frances O’Connor («The Missing»), Samuel West («Jonathan Strange & el Sr. Norrell»), Amanda Abbington («Sherlock»), Aisling Lioftus y el veterano Ron Cook. Emitida en más de una veintena de países, la cadena ITV ya ha confirmado que en 2016 la serie regresará con una cuarta entrega. A pesar de que sus tramas siguen un esquema muy simple, en el que los conflictos y la resolución de los mismos se suceden sin tiempo ni ganas de profundizar en algunas historias, la calidad y la meticulosidad de la producción, tanto en sus escenarios como en el diseño de vestuario, hacen de la serie un producto perfecto para los amantes de los dramas de época.
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