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Ximo Puig: «¿Pedro Sánchez o Susana Díaz? De cañas me voy con cualquiera»
Presidente de la Generalitat Valenciana.. Este periodista metido a político admite que añora escribir. El poder no le deslumbra y ha tragado más sapos como político que los que hizo tragar desde el otro lado.
Lleva poco más de un mes en la presidencia de la Generalitat valenciana, un gobierno compartido con Compromís. Periodista metido a político, asegura que el poder no le deslumbra.
Hace poco más de un mes que entró en el Palau de la Genera-litat. Lo hizo tras semanas de intensas negociaciones que le llevaron a compartir con Compromís el Gobierno. Hacía 20 años que un socialista no gobernaba la Comunitat Valenciana, pero como dice el tango, no es nada.
–En campaña electoral me recomendó leer «El siglo maldito» de Geoffrey Parker para el verano... ¿Podrá elegir lectura estas vacaciones?
–La verdad es que está complicado. Básicamente leeré informes y un libro de Paco Pérez sobre la financiación y los servicios públicos en España que ha editado la fundación BBVA. Me parece muy interesante, aunque sé que no será un «best seller». También leeré «La economía no da la felicidad», de José Carlos Díez.
–Queda claro que está preocupado por la financiación...
–Sí, estoy obsesionado.
–Dicen que los periodos estivales ponen a prueba a las parejas. ¿Está tranquilo en lo que a su pareja de Gobierno se refiere?
–Sí, (ríe). El verano relaja. Compartiremos la presidencia este mes.
–¿Es una relación con base sólida o un matrimonio de conveniencia? Ya se han evidenciado algunas discrepancias.
–Discrepancias hay en los matrimonios más sólidos. En Gobiernos monocolores también. Además, todos son, por definición, de coalición entre Hacienda y todo lo demás. Una de las ventajas es que todo hay que pensarlo y discutirlo más veces.
–¿Compartiría unas vacaciones con su socia de Gobierno? (Mónica Oltra, de Compromís)
–Sí... la verdad es que hago pocas vacaciones, pero sí.
–De candidato presentó su libro «El problema valenciano. Tiene solución». Recuerda a lo que plantea su homólogo Artur Mas. ¿En qué se diferencia?
–Abordamos el problema desde una mirada diferente. No planteamos ninguna discusión con respecto a nuestra pertenencia a España. Queremos una España más federal, más justa, más igualitaria, más global y, al mismo tiempo, singular.
–En el fondo ambos reclaman más dinero del Estado...
–Los valencianos no tenemos las mismas posibilidades que otros ciudadanos españoles. Me quejo amargamente de que hay cinco millones de españoles que no están tratados con justicia, pero no desde una posición victimista. Cada valenciano recibe 300 euros menos al año que la media nacional.
–Todas las regiones piden más. Usted ha sido diputado nacional, ¿cómo se ve el problema valenciano desde Madrid?
–Es que no se ve, es invisible. Desde Madrid se nos contempla como un magnífico destino turístico, que lo somos, como una comunidad amable, que también. Pero necesitamos tener la correspondencia fiscal y la económica.
–¿Escribiría un libro de sus memorias como presidente?
–Si sirviese para aportar algo de esta experiencia en positivo, sí. Como un ejercicio, si se me permite, masturbatorio, no. Pensar en términos de egolatría personal... no lo veo. Algún presidente escribía por la noche lo que hacía... Yo no.
–¿No ejercería la autocensura?
–La autocensura forma parte de la escritura, incluso de la propia vida. Se puede llamar de una manera o de otra.
–El PP le pide que actúe ya. ¿No cree que en la era Twitter 100 días son demasiados?
–La política no es un tuit y sería muy negativo que no tuviera espacio de reflexión, de maduración y de actuación. Si todo es acción sin reflexión, vamos a la catástrofe.
–Ahora que no escribe titulares, ¿cuál le gustaría protagonizar?
–Hay muchos. El Gobierno valenciano impulsa la reconstrucción de la Comunitat.
–Uno que nunca protagonizará.
–No daré razones para que los periodistas titulen con nada que tenga que ver con la corrupción.
–¿Ha tragado ya más sapos como político que los que hizo tragar como periodista?
–Sí, sí. Hombre, llevo mucho tiempo. Cuando trabajaba en el periódico tuve una bronca con un político con motivo de la entrada en la OTAN de España. En ese momento se enfadó mucho. Él sabía que al final acabaríamos entrando y yo puse un titular un poco... vamos que él decía que sí, pero había una campaña de su partido en contra. Después nos hicimos amigos.
–¿Qué siente un presidente?
–Emoción y el peso de la responsabilidad. Estamos aquí para me-jorar la vida de los ciudadanos. Yo he observado demasiada frivolidad en la política. Los gobiernos tienen enormes límites. Vivo el poder con cierto agnosticismo. No me deslumbra.
–¿Prefiere irse de cañas con Susana Díaz o con Pedro Sánchez?
–De cañas voy con cualquiera.
–¿Con qué político de otro partido pasaría una velada?
–Hay una lista interminable. Si me preguntaran de qué estoy contento en los últimos años es de que si en algún momento fui maniqueo o dogmático, ahora soy todo lo contrario.
–¿Habrá más purgas de verano en el PSOE?
–Creo que solo afecta a Madrid. De verdad que ahora estoy valencianizado cien por cien. Desconozco el problema del PSM, aunque me importa lo que ocurra. En la Comunitat hemos mostrado en los últimos tiempos una gran serenidad de ánimo.
–¿Qué consejo le daría a Pedro Sánchez si tiene que pactar?
–(Ríe). Con un mes de experiencia no se pueden dar muchas lecciones. El camino del futuro es el diálogo, huir de los maniqueísmos, situarse en el espacio del otro, arbitrar el máximo de complicidades y gobernar para todos.
El lector
«Es un lector habitual y enérgico defensor de los periódicos de papel. «Son fundamentales para entender la cosmovisión del mundo». Los empieza por detrás y los devora cada mañana. Todos, no hay excepción. Confiesa que a veces utiliza la tableta, pero la lectura ya no es igual. «La visión global la da el papel. El digital discrimina más a donde entras. Leyendo en papel te encuentras con informaciones que no elegirías leer».
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