Real(eza)
El conde de Leisnigk, conde de Misnie...
O, por su nombre oficial, el rey Augusto II de Polonia, sus alias le protegían de las ceremonias y de los protocolos más embarazosos.
O, por su nombre oficial, el rey Augusto II de Polonia, sus alias le protegían de las ceremonias y de los protocolos más embarazosos.
El príncipe elector Augusto de Sajonia, luego rey Augusto II de Polonia, gran duque de Lituania, se dedicó desde muy joven a viajar y a buscar el placer en el trato con mujeres de toda Europa. Se dice que tuvo cerca de 400 hijos ilegítimos, nueve de ellos reconocidos, y un solo hijo legítimo, Augusto III, de su esposa la margravina Cristiana Eberardina de Brandeburgo-Bayreuth. Su fama de mujeriego adquirió pronto visos de leyenda. Su primera estancia en Francia la hizo bajo el pseudónimo de conde de Leisnigk. La princesa Palatina le hizo blanco de sus críticas tratándole de príncipe bárbaro que se dejaba corromper fácilmente por los vicios de Versalles. El condado de Leisnigk era uno de los antiguos estados –ducados, señoríos, condados, obispados o abadías, e incluso ciudades libres– que componían el círculo superior de Sajonia en el Sacro Imperio. Es hoy una pequeña ciudad en el distrito de Döbeln, estado federal libre de Sajonia, en Alemania.
Por otro lado, si uno lee los escritos del barón Karl Ludwig von Pöllnitz (1692-1775) podrá conocer las andanzas de Augusto II, que ocupó el trono de Polonia tras la muerte de Juan III Sobieski. Pöllnitz fue conocido en el siglo XVIII por sus crónicas escandalosas de las cortes europeas de la época. Augusto era admirado en general por su educación, su magnificencia y una grandeza que muchas veces escondía bajo el título de incógnito de conde de Misnie, que –como escribió Pöllnitz– «le protegía de ceremonias embarazosas, y era suficiente para ser recibido con distinción», persuadido de que la grandeza «aburre a veces más que el placer que proporciona».
Trotamundos
Augusto recorrió las cortes de Alemania, Holanda, Inglaterra, Francia y España. Cuando se presentó públicamente en la corte de Madrid lo hizo bajo el nombre de conde de Misnie y fue presentado por el conde de Benavente. Pero veamos lo que dice Pöllnitz al respecto: «Encontró en la antecámara al duque de Montalto y cantidad de señores que le esperaban. El rey recibió al príncipe en su gabinete; estaba de pie y cubierto, apoyado contra una mesa, teniendo un sillón a su derecha. Se quitó el sombrero ante la segunda reverencia que el príncipe le hizo. Este último le habló en italiano, el rey respondió en español; pero luego, él habló italiano. Hizo que el príncipe se cubriera y ordenó a los presentes y a todos los oficiales de la corte que le rindieran los mismos honores que a los príncipes de la sangre».
Más adelante, cuando, prosiguiendo su viaje por Europa, llegó a Roma fue a saludar al Papa Inocencio XII, nacido Antonio Pignatelli. Se presentó también como conde de Misnie y a pesar de ello, el pontífice le hizo los mismos honores que si hubiera sido un soberano. Con el Papa habló del estado de la corte de España y de la deplorable situación en que se encontraba la religión católica en Sajonia. Misnie no es otra cosa que la forma francesa de Meissen (o Meißen), ciudad de Sajonia cuya posesión por parte de los duques de Sajonia está en los mismos orígenes de la Casa. Se hacen con ella entre 920 a 929. Y da nombre a una rama de la familia, los Sajonia-Meissen. El margrave de Meissen, hoy en día el príncipe Alejandro de Sajonia-Gessaphe, es el jefe de la Casa de Sajonia. Meissen es además la sede de la famosa fábrica de porcelanas de Meissen, consideradas entre las más finas y valiosas del mundo.
Su carácter
Augusto fue llamado «El fuerte». En el retrato que le pintó Louis de Silvestre, con la Orden del Águila Blanca de Polonia que fundó, se le ve con su coraza y su capa azul. Era llamado así por su fuerza física extraordinaria, de la que se jactaba doblando herrajes de caballos usando sus manos. Nacido luterano, se convirtió al catolicismo para ocupar el trono polaco –Varsovia bien vale una Misa, diríamos–, que quiso convertir en hereditario en su Casa, cosa que no logró por la oposición de la nobleza polaca apoyada por Rusia, siendo sucedido por Estanislao I Leszczynski. Mecenas de las artes y las ciencias, y deslumbrado por una visita a Versalles, hizo de Dresde una bellísima capital, construyó los castillos de Moritzbug y Hubertusburg, apoyó a grandes músicos e impulsó la porcelana de Meissen. Es antepasado de la escritora y amante de Chopin George Sand, bisnieta de Mauricio de Sajonia, hijo reconocido de Augusto II.
La fecha: 15 de septiembre de 1967
Su ascenso al trono, ese día, le granjeó la enemistad de Rusia y de Suecia. El rey sueco Carlos XII le arrebató el trono que luego recuperó tras la batalla de Poltava, en 1709. Acabó perdiendo la corona tras alinearse con Austria contra Prusia. Sus reinados se caracterizaron por una búsqueda de la descentralización pero usando apoyo extranjero, lo que desestabilizó su trono que acabó perdiendo.
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