Ciencia y Tecnología
Hoteles del futuro
La arquitectura, la domotización, las apps, las maletas y hasta el servicio de habitaciones. La tecnología lo está cambiando todo. ahora mismo
La arquitectura, la domotización, las apps, las maletas y hasta el servicio de habitaciones. La tecnología lo está cambiando todo
ahora mismo
Lo sentimos, pero el Poseidón, un complejo hotelero de casi dos kilómetros de largo, sumergido en una laguna en las islas Fiji, ya no llama la atención. Aunque tenga una lista de espera de 150.000 huéspedes y la semana esté por encima de los 10.000 euros.
Sí, resulta más atractivo elKrystall, el primer hotel flotante de Europa y completamente autosuficiente, que abrirá sus puertas el año que viene en la ciudad noruega de Tromsø. En total son 86 habitaciones en un espacio que simula un cristal de hielo y permite ver la vida submarina ártica y las auroras boreales, al mismo tiempo.
Los arquitectos españoles de Ooiio también permiten espiar el futuro con su Unbalance Hotel, que se levantará en los acantilados que rodean Lima, Perú y, en lugar de convertirse en una persiana al horizonte, será una ventana al mar. O el Aerohotel, concebido por el ruso Alexander Asadov como alternativa a la arquitectura contaminante. Básicamente, una ciudad flotante compuesta por un anillo de dos kilómetros de ancho y 65 metros de alto que surca los aires y cuenta con habitaciones, restaurantes, gimnasio, y hasta jardines colgantes.
Pero lo que de verdad afectará a nuestros viajes serán los dispositivos de uso más frecuente, como la maleta inteligente Cowa. Casi un robot, sus ruedas le permiten seguirnos a distancia segura gracias a la conexión bluetooth. Envía una alerta si empieza a perder la señal y se cierra automáticamente cuando se aleja de nosotros. En su interior guarda una batería portátil para cargar cualquier dispositivo.
Una vez llegados al hotel los cambios también son numerosos. Los sistemas de identificación por radiofrecuencia estarán por toda la habitación y determinarán cuántas personas hay allí para graduar la temperatura o hacer sugerencias dependiendo de la hora del día (comida, entretenimiento, etc.). Estos mismos sensores se ubican en los carritos del servicio de habitaciones y alertan al personal de que ya no hay nadie en la habitación.
Los sistemas de luz y temperatura se conectan directamente con una app, no del hotel sino universal, para recibir las preferencias de cada usuario. Lo mismo con los electrodomésticos y las alarmas y así preparar el café de modo automático o despertarnos según nuestra agenda, la localización de las reuniones que tengamos y la información de tráfico más reciente. Esto puede hacer que nos despierten un poco antes de lo planificado, pero evita que lleguemos tarde en una ciudad desconocida. Ni el ingreso ni la salida se efectuarán en la recepción, sino directamente en la habitación, que podrá identificar y hasta cobrar al huésped por medio del teléfono inteligente.
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