Historia

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«Juan López» o el Conde de Barcelona

Cómo el hijo de Alfonso XIII se decidió a correr la suerte de los jóvenes de su generación durante la Guerra Civil española

«Tan convencido estaba que empecé a prepararme el pasaporte con el nombre de “Juan Lopez”»
«Tan convencido estaba que empecé a prepararme el pasaporte con el nombre de “Juan Lopez”»larazon

Cómo el hijo de Alfonso XIII se decidió a correr la suerte de los jóvenes de su generación durante la Guerra Civil española.

Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, se presentó voluntario en el bando nacional al comenzar el alzamiento de 1936, con la aprobación del rey Alfonso XIII y acompañado de algunos parientes y amigos. El 29 de julio de ese año llegó a Dancharinea, Navarra. A las seis de la mañana del 1 de agosto cruzó la frontera. Luego en el Hotel La Perla de Pamplona, famoso por ser alojamiento habitual de Ernest Hemingway en sus visitas a esa ciudad, Don Juan se vistió el uniforme de voluntario. El general Mola, enterado de su presencia, camino del frente ordenó al general Dávila que interceptase la expedición, cosa que hizo la Guardia Civil en el parador de Aranda de Duero. Al pedir la identificación de todos, Don Juan dio el nombre de «Juan López», y el infante don José Eugenio de Baviera, que le acompañaba –padre, entre otros, de la conocida Tessa de Baviera– dijo llamarse «José Martínez».

Ambos iban vestidos con monos y boinas rojas, típicas del requeté carlista. Los demás sí revelaron sus nombres y títulos. Entre ellos estaba Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias, hermano de la Condesa de Barcelona, fallecido de un tiro en la frente en 1936 durante la batalla de Eibar. El capitán de la Benemérita, asombrado, comunicó la noticia a Burgos. El general Dávila llamó a Jorge Vigón, capitán retirado de artillería, y le ordenó que Don Juan repasara la frontera aquella misma noche. Por eso, el príncipe no pudo llegar a la columna Escámez en Somosierra, como deseaba.

El mismo Conde de Barcelona contó en 1978 al periodista José Salas Guirior que cuando supo de la muerte de Calvo Sotelo se dijo: «Ahora se arma. Esto no va a haber quien lo pare». Y añadió: «Tan convencido estaba que enseguida empecé a prepararme un pasaporte falso con el nombre de “Juan López” para entrar en España, ya que con el mío no hubiera podido. Y yo quería estar allí. Y correr la suerte de los muchachos de mi generación...».

Su esposa, la Condesa de Barcelona, contó que durante un viaje a Nueva York con su marido para someter a Don Juan a una intervención quirúrgica, primero estuvieron en un apartamento y luego en un hotel. El día que visitaron el hospital para fijar la fecha de la operación de cuello, el doctor Fahr, que iba a intervenir al Conde, le dijo a éste: «No conviene que figure como Conde de Barcelona o Juan de Borbón, porque los periodistas americanos van a hacer un mundo de la cosa». Entonces Don Juan le dijo: «Pues puede hacer como cuando me fui a la guerra y ponerme Juan López». «Pues muy bien», dijo Fahr, «Vuestra Majestad es Juan López. La Señora es Mrs. López y doña Pilar, Miss López». Así que les escribieron eso en las tarjetitas que llevaban y así, como la familia López, les conoció todo el mundo en el American Hospital.