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Juan Orth o el archiduque Juan-Salvador de Austria-Toscana

Adaptó como su nombre oficial el pseudónimo que tanto había usado para pasar desapercibido

Hay quien piensa que siguió viviendo bajo otra identidad
Hay quien piensa que siguió viviendo bajo otra identidadlarazon

Adaptó como su nombre oficial el pseudónimo que tanto había usado para pasar desapercibido.

Como otros miembros de la Casa Imperial de Austria, el archiduque Juan Salvador, nacido en 1852 e hijo del gran duque Leopoldo II de Toscana, tenía ideas revolucionarias. Otros miembros de la familia, tanto de la rama principal como de la de Toscana, poseían concepciones propias acerca del porvenir del Imperio. Así sucedía con el propio archiduque heredero Rodolfo, hijo del emperador Francisco José e inseparable amigo de su primo Juan Salvador, o con el archiduque Luis Salvador de Austria Toscana, famoso en la Baleares decimonónica. En 1889, año terrible para el emperador Francisco José pues en él murió trágicamente Rodolfo, Juan Salvador abandonó el ejército, renunció a sus títulos y grados y contrajo matrimonio desigual en Londres con una bailarina de cabaret, Ludmille Stereubel, a quien conoció en Linz. Esto causó gran escándalo y la incomprensión de su familia, pues hasta entonces ningún Habsburgo se había desembarazado así de sus dignidades y honores.

En 1886 se había postulado para Príncipe de Bulgaria tras la renuncia de Alejandro I de Battenberg, pero su candidatura fue rechazada. Eso y la muerte misteriosa de su primo Rodolfo le sumieron en depresión. Para muchos esa fue la causa de esa renuncia y de la adopción del nombre de Juan Orth, el 16 de octubre de 1889. Consiguió el título de capitán de la marina mercante. El emperador le contestó que, desde luego, era libre de adoptar el nombre que quisiera, pero que una vez dejado el territorio austríaco no podría regresar ya que sería arrestado en la frontera.

Juan Salvador escribió el 17 de octubre de 1889, desde Zurich a un amigo inglés: «Ante todo le hago saber que S.M. el Emperador ha aceptado mi renuncia y me ha concedido el nombre burgués de Juan Orth». Orth era el nombre de dos castillos que la emperatriz María Teresa poseía en el Danubio, en las cercanías de Gmunden, al borde de un lago. Entre 1876 y 1878 el archiduque Juan Salvador los adquirió. Uno de ellos, donde en 1898 murió su tía la gran duquesa María Antonia de Toscana, está situado en una posición muy pintoresca sobre un islote del Trausee.

Como tal Juan Orth viajó lejos de las cortes que le vieron crecer. Navegaba como capitán mercante, en marzo de 1890, por Sudamérica en el buque Santa Margarita, un «tres mástiles» adquirido con sus ahorros, cuando se perdió su rastro misteriosamente en los mares australes. Su primer destino fue Buenos Aires y siguieron luego a Uruguay. En Montevideo se le vio por última vez. Se desconoce cómo y cuándo murió. Según la versión oficial una tormenta destrozó el barco en el Cabo de Hornos camino a Valparaíso. Nunca se encontraron buque ni tripulantes. Fue declarado oficialmente muerto en 1911, aunque hay quien piensa que siguió viviendo bajo otra identidad. Su madre nunca vistió luto por él, creyéndole vivo. De hecho, en 1945 un litógrafo alemán residente en Noruega, Alexander Hugo Køhler, afirmaría, en sus últimos días de vida, ser Juan Orth. Según su confesión, se habría hecho con la nueva identidad tras pagar al verdadero Køhler una importante suma de dinero para suplantarle. La veracidad de esas aseveraciones nunca se confirmó, aunque en 2007 los familiares de Køhler pidieron que se abriera su tumba a fin de hacer pruebas de ADN.