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La plebe ya es más rica que la nobleza inglesa

Por primera vez un hombre hecho a sí mismo encabeza la lista de los más pudientes de reino unido, entre los que solo dos nobles, el duque de westminster y el conde de chelsea, figuran en el top-20.

Jim Ratcliffe, fundador de la empresa química Ineos y primero en la lista de los más ricos de Reino Unido.
Jim Ratcliffe, fundador de la empresa química Ineos y primero en la lista de los más ricos de Reino Unido.larazon

Por primera vez un hombre hecho a sí mismo encabeza la lista de los más pudientes de reino unido, entre los que solo dos nobles, el duque de westminster y el conde de chelsea, figuran en el top-20.

Hubo un momento en el que los títulos, las tierras e incluso el apellido otorgaban un patrimonio inigualable y eran los nobles y aristócratas los que, gracias a su riqueza, reinaban en Reino Unido. Este año, y por primera vez, encabeza la lista un hombre hecho a sí mismo que amasó su propia fortuna y no un noble. El diario «The Sunday Times» publica todos los años la «Rich List» compuesta por las 1.000 personas más ricas de Reino Unido y esta vez el primer puesto lo ocupa Jim Ratcliffe, el dueño y fundador de Ineos, una empresa de productos químicos.

Ratcliffe es un hombre de origen humilde que se crió en una pequeña casa de Manchester. Su padre era carpintero y su madre administraba una oficina y, no fue hasta los 40 años, cuando comenzó a hacer negocios al fundar en 1998 su empresa, que se ha convertido ahora en una de las compañías petroquímicas más grandes del mundo. Es conocido en el país por ser muy duro con los sindicatos, por encontrarse en una batalla legal con el gobierno escocés y por haber apoyado el Brexit. Ratcliffe vive en una mansión en New Forest y posee dos superyates. De esta forma, el empresario, además de coronarse como el más rico de Reino Unido, es el primero en encabezar una lista gracias a sus propios logros y no a los recibidos, superando así a una dinastía aristócrata. Y es que, desde 2003 ese puesto estaba ocupado por Gerald Grosvenor, duque de Westminster.

La familia Grosvenor fue la más pudiente de origen británico durante muchos años y ahora es Hugh Grosvenor, hijo de Gerald, quien aparece en la lista en el puesto número diez. Hugh, de tan solo 27 años, se ha colado como uno de los más acaudalados del país tras heredar el título y la fortuna al morir su padre, y convertirse en el hombre de menos de 30 años más rico del mundo. Su fortuna está valorada en más de 11.000 millones de euros.

Charles Cadoga, conde de Chelsea, es junto a Hugh el único miembro de la nobleza británica que forma parte del top-20 de la lista porque, según el «Times», el 94% de los nombres que aparecen en la lista hicieron su propia fortuna y no la heredaron. El conde de Chelsea ha descendido este año tres lugares, una tendencia que demuestra que ese pequeño porcentaje de nobles que aparecen será cada vez más bajo hasta desaparecer y ser reemplazados por emprendedores como James Dyson, el creador de la aspiradora que lleva su apellido. Él también hizo de la nada una fortuna ampliando su negocio para convertirlo en una multinacional tecnológica que le ha llevado a ocupar hoy el puesto número 12 en la lista de los más ricos. Se estima que su fortuna vale más de 8.500 millones de euros.

El productor de cine británico Robert Watts, recopilador de los nombres que aparecen en la lista, dijo respecto a esta nueva tendencia: «Gran Bretaña está cambiando. Atrás quedaron los días en los que el dinero viejo y un pequeño grupo de industrias dominaban la lista. Los aristócratas y la riqueza heredada han sido eliminadas y reemplazadas por un ejército de empresarios que se hicieron a sí mismos».

presencia de mujeres

En la lista de este 2018 destaca también la abultada presencia de nombres de mujeres, que ha aumentado notablemente. Un total de 141 féminas aparecen en la publiación encabezadas por Charlene de Carvalho-Heineken. La empresaria de la compañía cervecera ocupa la posición más alta entre ellas con el sexto lugar, muestra de que la riqueza de Reino Unido ha evolucionado notablemente y que deja un lado aquel tiempo en el que solo eran los hombres los que ocupaban estos lugares.

Unos datos que reflejan cómo el éxito basado en la autoconstrucción y en los méritos propios está ganando a los títulos y al patrimonio que la aristocracia va heredando de generación en generación.