Gente

Marbella siempre resurge

Carmen Lomana en las playas de Tarifa
Carmen Lomana en las playas de Tarifalarazon

Estos últimos días de agosto están siendo los mejores para disfrutar de Marbella. Parece que el viento de Levante amainó y las medusas se fueron con él. Estos odiosos bichitos, que últimamente inundan nuestras costas, nos están dando el verano. Antes los veranos eran más apacibles y elegantes. Los veraneantes no tenían esa obsesión por estar todo el día de fiesta y ya no les cuento el espécimen de turista joven modalidad duermo todo el día y me paso las noches tirándome a matar de alcohol y drogas. Recuerdo Marbella en los 70 y 80, cuando Puerto Banús era el sitio de moda, con estupendos restaurantes donde cenar con personajes elegantísimos que vivían y se movían en el Marbella Club y La Meridiana, un lugar mítico dirigido por su propietario, Paolo, uno de los seres más adorables que he conocido. Sabía dar un ambiente único a su restaurante y club La Notte. Otro lugar imprescindible era La Fonda. Su propietario, Mopi Horcher, reunía en él a Liz Taylor, George Hamilton, Cristina Onassis, los Russel, Brigitte Bardot... Eran personajes de un glamour que no se ha vuelto a ver. Más tarde llego la época de Adnan Khashoggi y Jesús Gil. Fue el «reino» del «new rich». Se perdió un poco el encanto que Alfonso de Hohenlohe sabía imprimir a todo lo que le rodeaba. Apareció la familia saudí con su corte y sus impresionantes barcos, arrasaban las joyerías, abrían por la noche El Corte Inglés para que pudiesen comprar sin que les molestasen y Marbella se convirtió en un hervidero donde el dinero con su efecto demostrativo lo envolvía todo. Y al rebufo de estos lujos también fue gente cuyo único objetivo era enriquecerse. Llegaron con una mano delante y otra detrás y en poco tiempo tenían un enorme poderío económico a costa de comisiones y malversación en el Ayuntamiento. Se hicieron todo tipo de tropelías, desembocando en la Operación Malaya. Pero Marbella, maravilloso lugar que ya eligieron los romanos para construir cerca del mar sus villas, siempre renace de sus cenizas. Sus habitantes, con sabiduría, han seguido su ritmo de vida procurando que no les afecten los vaivenes del turismo. Tienen sus tradiciones y su cultura. Pareciera que Marbella fuese algo relativamente nuevo en la historia, pero no. Hay asentamientos del Paleolítico. La Marbella musulmana fue tomada por los Reyes Católicos. La entrega de las llaves de la ciudad se hizo ante una cruz que se guarda en un pequeño templete de Málaga y se llama «La cruz del humilladero». Sería estupendo que quienes pasan aquí sus vacaciones tuviesen la curiosidad de conocer su historia, seguro que apreciarían mucho más cuando paseen por el precioso casco histórico. No quiero terminar sin expresarles cuánto me indigna ese complejo que tienen nuestros políticos a la hora de defender nuestras fronteras de personas que las asaltan agrediendo a nuestra Guardia Civil sin que el presidente del Gobierno o el ministro de Interior les digan qué deben hacer. Qué momentos tan sórdidos nos están tocando vivir; terminaremos como en una república bananera, gobernándonos a golpe de Decretos Leyes.