Vacaciones
Ni un pelo en el sofá
Los perros sueltan pelo o sí o sí. En nuestra casa lo tenemos asumido pero es un quebradero de cabeza cuando vamos de viaje.
Los perros sueltan pelo o sí o sí. En nuestra casa lo tenemos asumido pero es un quebradero de cabeza cuando vamos de viaje.
Estamos de vacaciones, nos alojamos unos días en casa de unos familiares, o en un apartamento alquilado o en una habitación de hotel todo guay y al llegar vemos que está todo impoluto. Nuestro primer pensamiento es para nuestro perro ¿Cómo vamos a hacer para que sus pelos no se incrusten en este sofá que con mucho mimo nos espera para nuestros días de descanso?
No hay que ponerse nervioso, hay soluciones posibles.
La primera y más efectiva es llevar una aspiradora de esas portátiles que se suelen usar para los coches. Algunas son muy pequeñas y muy efectivas.
Si no tenemos una y no queremos gastarnos ya más dinero, una segunda opción son los típicos guantes de goma que se usan para fregar. Son muy baratos y al pasarlos por encima del sofá, sobre todo los que tienen como unos salientes, arrastrarán todos los temidos pelos de nuestro perro.
Da vueltas concéntricas hacia el centro y en pocas pasadas tendrás una enorme bola que no te podías imaginar. El sofá quedará como lo encontraste.
Otra solución son unos rodillos quita pelos que venden en los bazares o en las ferreterías. Son económicos,y tienen como una base pegajosa donde se adhieren los pelos. Este utensilio viene muy bien para los sofás de tela.
Si el diván que nos encontramos es de cuero y no tenemos forma de comprar nada adicional para limpiarlo, un buen truco es coger un trapo de cocina, humedecerlo y pasarlo por la superficie donde haya pelos. Todos se irán pegando y en poco rato lo veremos limpio.
Los típicos cepillos de cerdas gruesas dejan limpio el sofá pero se corre el riesgo de dañarlo y sobre todo no es nada recomendable para los de cuero. En los hoteles suele haber secador de pelo en el baño, es una buena opción para quitar los pelos del sofá, pero hay que tener en cuenta que se quedarán volando por la habitación y que se debe barrer enseguida si no queremos que vuelvan a caer. Tradicionalmente se ha usado un poco de bicarbonato disuelto en agua. Es un truco infalible para conseguir desprender esos pelos de perro que a pesar de todos los trucos anteriores continúan allí.
Como consejo es bueno llevar el cepillo del perro y pasárselo antes de volver al hotel por la noche. Así caerán menos.
ALTRUISTA EN VACACIONES
En verano no está de más ayudar. Las transfusiones de sangre entre perros cada vez se hacen más, sobre todo para los que aparecen en deplorables condiciones tras ser abandonados. Podemos dirigirnos a alguna clínica veterinaria o protectora y ofrecer a nuestro can como donante.
Cómo «envío» a mi perro
Si en nuestros días libres nos movemos en transporte público y no se permite la presencia de perros, hay unos servicios de transportes de mascotas cada vez más profesionales que nos pueden ayudar. Hay quien tiene rutas fijas por toda España, o quien lo hace a la carta o según demanda. En varias ciudades hay taxis para trayectos cortos.
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