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Roberto Brasero: «Que me den la brasa con el tiempo lo llevo en el cargo y en el apellido»
Su personal estilo puede gustar o no, pero lo cierto es que Roberto Brasero cuenta el pronóstico del tiempo en Antena 3 de una manera muy peculiar.
Su personal estilo puede gustar o no, pero lo cierto es que Roberto Brasero cuenta el pronóstico del tiempo en Antena 3 de una manera muy peculiar.
Su personal estilo puede gustar o no, pero lo cierto es que Roberto Brasero cuenta el pronóstico del tiempo en Antena 3 de una manera muy peculiar. Algunos le han calificado de «campechano», pero no es una impostura, todo lo contrario, es la que le nace de manera natural porque su objetivo es que el espectador entienda la previsión meteorológica. Asegura que en su gremio todos utilizan los mismos ingredientes, lo que les distingue es la manera de cocinarlos. Preocupado por el cambio climático, se congratula de cómo ha calado la preservación del medio ambiente en las generaciones más jóvenes y espera que en España, de una vez por todas, se saque todo el provecho a las energías renovables. Después de una temporada sin apenas descanso, Brasero espera dedicarle a su mujer y sus cuatro hijos ese tiempo que el trabajo le arrebata.
¿El tiempo anda loco?
Esa pregunta se repite mucho en los últimos tiempos. La memoria meteorológica es muy corta, pero también ocurren fenómenos con mayor frecuencia y más virulentos.
¿Cómo lleva que le den la brasa con las predicciones?
Lo llevo en el cargo y el apellido. Forma parte de mi trabajo porque las personas que trabajamos en el tiempo no nos podemos quejar, lo que queremos es que la gente se interese por nuestras informaciones, esa ha sido mi labor siempre.
¿Con ganas de descanso o si se produjera un fenómeno meteorológico inaudito se quedaría para contarlo?
Tengo muchas ganas de descansar porque ha sido una temporada dura, pero si ocurriera algo destacable como para volver, lo contaría desde el lugar del fenómeno en cuestión.
Le califican como un presentador campechano, ¿es natural o una forma de diferenciarse?
Es la manera en la que presento y no me sale otra. Si llega a ser un estilo o no, pues menuda responsabilidad. Muchas veces no me preocupo del vestuario como debería hacerlo, quizá hablo de más y meto algún chascarrillo, pero todo tiene un único objetivo, que nada distraiga al espectador del relato y la anécdota sirva para expresar mejor lo que quiero transmitir.
Lleva la friolera de 13 años al frente del parte meteorológico, ¿no le apetece hacer algo distinto?
Empecé a manejarme entre nubes e isobaras en el año 2000 en Telemadrid y «Con tu tiempo» vamos a cumplir ocho años, es una buena cifra. Afortunadamente he podido hacer otras cosas y eso me ha permitido salir del encasillamiento delante de un mapa.
¿Le han tentado?
Estuve a punto de participar en un programa de baile con mi pareja, pero ella, sensatamente, no quería hacerlo ni que yo apareciera bailando. He ido de invitado a otros formatos, pronto me veréis en uno en el que distintos personajes nos sometemos a pruebas de improvisación y el resultado ha sido muy divertido.
¿En algún momento ha perdido el norte?
Existen situaciones de riesgo que te hacen perder el norte. Cuando en el tiempo se repite una misma predicción durante mucho tiempo, como un anticiclón de bloqueo en invierno con heladas y contaminación durante un mes, pierdes un poco la noción del calendario.
¿A qué teme más: al desmantelamiento de la política medioambiental de Trump o una ciclogénesis explosiva?
Trump llego con mucha fuerza, pero las empresas e instituciones privadas de su país han hecho presión. Que no se tomen medidas es grave, pero que se hagan en contra del medioambiente es mucho peor.
¿Recicla hasta la obsesión?
Reciclo, pero hasta el punto de la obsesión, mis hijos. En ellos, en los niños, sí ha calado ese mensaje y no veas cómo se ponen si tiras el yogur donde no corresponde, cometes el crimen del siglo.
¿Qué previsión nos espera con Pedro Sánchez?
A ver cómo funciona este Gobierno de sopetón, parece que viene con ganas de hacer cosas, veremos qué puede llevar a cabo al final.
¿Cuáles son sus vacaciones ideales?
Una combinación de descanso y actividad, te parecerá raro, pero así es. Las vacaciones ideales son esas en las que mis hijos disfrutan y mi mujer descansa.
Tiene cuatro hijos, ¿cómo es como padre?
Pues cuando estoy, muy bien, pero no estoy muchas veces, eso es lo que me pesa.
¿La peor etapa es la adolescencia?
Cuando tus hijos llegan a esa edad te das cuenta que las dificultades de las anteriores no lo eran tanto (risas).
Aprovechará estos días para...
Descansar, desconectar y divertirme. Ver a mis padres, que viven en Talavera, y tirarme un buen rato con ellos.
¿Es de tinto de verano o de cerveza?
No hay nada que supere a la primera cerveza fresquita del verano y luego puedo combinarlo perfectamente con un buen vino. No soy excluyente ni con el paisaje ni con la bebida.
¿Gazpacho o salmorejo?
Gazpacho, puedo beberlo con o sin cuchara, en tazón o en cubo, me encanta.
¿Chiringuito o tartera?
De chiringuito, por supuesto, porque conoces a gente muy maja, sobre todo los camareros, que son todo un descubrimiento.
¿Virgencita que me quede como estoy?
No, siempre hay que mirar para adelante y mejorar. Tiene que haber un aliciente para el día siguiente, el interés es mejorar. Si hemos llegado a la Luna, mejor conquistar Marte.
¿Si el sistema de pensiones se lo permite, se ve al frente del mapa del tiempo hasta la jubilación?
Si se da de una manera distinta, sí, pero si lo hacemos siempre igual, me parecerá agotador para mí y para los espectadores.
¿Cuál es su renovable ideal?
Me encantan el viento y el sol. En un país como el nuestro, con tantas horas de luz, es absurdo no aprovecharlo. Estamos haciendo los deberes con la energía eólica, pero no estamos rentabilizando el hecho de ser el estado de Europa con más horas de sol.
¿Queda resquicio para la esperanza?
Sobre todo teniendo a una ministra comprometida en este aspecto, que conoce este tema de primera mano y que abordará la problemática en un futuro no muy lejano.
¿La noticia que más le gustaría dar?
Me encantaría contar que hemos contenido la subida de las temperaturas.
¿Es previsor o vive el presente?
Salvo con el tiempo, no soy nada previsor (risas).
Un secreto confesable...
Me gusta mucho lo que hago.
¿Qué lleva en la maleta?
«En la maleta llevo el cargador del móvil y los cascos, para que no me falte la música (el teléfono lo llevo siempre en el bolsillo), un bañador y también un cuaderno y un portaminas», confiesa Brasero el mismo día que carga las maletas en el coche para poner rumbo a sus ansiadas vacaciones.
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