Pierre Cardin: «Estamos creando la moda de la pobreza»

El diseñador italiano fue ayer protagonista en la inauguración de la pasarela 080 Barcelona Fashion, donde estrenó una obra teatral

El modisto, de 94 años, inauguró ayer en el Teatro Nacional de Cataluña la 19ª edición de los desfiles 080 Barcelona Fashion con el estreno de la obra de teatro «Dorian Gray: la belleza no tiene piedad», basada en el libro «El retrato de Dorian Gray» de Oscar Wilde y de la que el italiano es productor y diseñador del vestuario. Fue el pistoletazo de salida de un evento que durante cinco días acogerá las propuestas de 33 marcas y diseñadores.

En 1922 Egipto se independiza de Inglaterra, se disuelve el Imperio Otomano, a Jacinto Benavente le dan el Nobel de Literatura, se descubre la insulina y en el Véneto italiano nace Pierre Cardin. El diseñador hizo de su nombre una franquicia, colocándosela a más de 700 productos «porque quería ser útil para la mayoría de la gente, aunque la masa lo ha destruido un poco, ya que han derivado en la moda pronta y han mutilado mi pequeña creación». Trabajó con Dior y Schiaparelli y, cuando Balenciaga no le admitió, decidió crear su propia casa. Aun así, él, sin rencor, reconoce: «Admiro a Balenciaga». Y no se queda ahí: «Tengo una relación de amor con España. Podría alimentarme de jamón serrano y beber vino blanco seco».

- «La gente copia»

Sigue creando a diario dos o tres trajes. Los piensa por la noche, mientras deambula por el edificio del restaurante Maxim’s, que es su casa. Al día siguiente acude a su taller y sobre un maniquí va colocando las telas que dan forma a sus piezas de alta costura. «Ahora existe un desorden, la gente copia, se falsifica. Hay una moda de lo pobre. La ropa se rasga y los ricos imitan a los vagabundos, lo que ocasiona mucho paro porque va en detrimento de la moda. El diseño no sirve para crear, se pierden los oficios y las fábricas cierran. Actualmente soy un clásico porque voy con corbata, pero antes me tenían por un excéntrico, por un bicho raro. Nosotros estamos creando esa moda de la pobreza y generando más desempleo, aunque no voy a criticar lo que se hace. Además, a mí no me cabe esa ropa».

Pierre Cardin vistió un conjunto diseñado por él y en la solapa llevaba la medalla de la Academia Francesa, de la que es miembro. Es propietario de las bodegas del Marqués de Sade y del palacio de Casanova en Venecia. No tiene hijos, pero sí amigos: «No es la amistad lo que me hace tener vínculos con la gente, sino el talento», algo que el italiano posee a raudales. «Comencé en el teatro con ocho años. En el fondo quería ser actor, ¿no ve que soy un poco cómico? Pero la moda me dio tanto éxito en la vida que preferí apostar por aquello que podía llegar a ser posible. Si no existiese la moda, no existiría el tiempo. Nos sirve para transformarnos. Es el signo de la historia y gracias a ella han existido civilizaciones como los griegos o los romanos». Al hilo de su obra de teatro, que abrió un acto en el que también se homenajeó a la recién fallecida Bimba Bosé, habla de la piedad: «La tengo por mí mismo, sólo pido que me respeten. La piedad es un placer y causar placer es algo liberador».