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#lasalpargatasmolan

¿Quién nos iba a decir que unas espardeñas podrían costar 500 euros? En el mundo de la moda de lujo nada es imposible y, este verano, el calzado más humilde y artesanal se vuelve exclusivo.

Un modelo de Pura López
Un modelo de Pura Lópezlarazon

¿Quién nos iba a decir que unas espardeñas podrían costar 500 euros? En el mundo de la moda de lujo nada es imposible y, este verano, el calzado más humilde y artesanal se vuelve exclusivo.

Lona de espiga, yute e hilo de algodón cosido con punto de ojal, nada más. Así de nobles y naturales son los materiales necesarios para realizar un par de alpargatas, un calzado tan humilde como, ahora también, exclusivo, que este verano constituye una de las piezas clave para estar a la última tanto del armario femenino como del masculino. Porque, ¿hay un lujo mayor que andar casi descalzo? Los gurús de la pasarela internacional –por supuesto, inspirados por la tradición y el folclore de países como el nuestro– proponen espardeñas a todas horas, incluso para lucir con esmoquin, como veíamos hace unos días en la colección de la firma Emidio Tucci para El Corte Inglés o en la de Dolce&Gabbana, que sugiere «espadrilles» en ricos tejidos estampados.

Las firmas femeninas de lujo tampoco se quedan atrás a la hora de incluir unas alpargatas entre sus complementos estrella. Valentino, por ejemplo, las presenta de encaje, de cuero y decoradas con tachuelas, a un precio aproximado de 850 euros. Jimmy Choo, de brillante purpurina o piel troquelada, y Chanel, con su logo de la doble «C» cosido en el empeine. Aviso a navegantes (de la red): ¡ya están agotadas!

Pero, ¿quién las ha puesto de moda? Cómo no, una legión de «bloggers», fotógrafos de «street style», modelos y «celebrities» que, a pie de calle y desde cualquier rincón del planeta, las han testado, se han fotografiado con ellas y han dictaminado en las redes sociales que «#lasalpargatasmolan», consiguiendo, finalmente, que el mastodóntico y anónimo club de fans que rastrea a todas horas el ciberespacio ya tenga un par en su casa. Vamos, que si este verano aún no nos hemos hecho un «selfie» apuntando a los pies con el calzado que, lo que es la vida, en 1936, llevaban los soldados españoles, no seremos nadie.

Y en España, productor de espardeñas desde los años 30, además de los grandes clásicos, pioneros en el sector de la alpargatería –como es el caso de la familia Castañer (desde 1927), que continúa en la brecha con gran éxito–, han nacido nuevas marcas dedicadas al fascinante mundo de este democrático calzado que, bien combinado, puede aportar, incluso, elegancia. De hecho fueron Isabel y Lorenzo Castañer quiénes, por encargo del genial Yves Saint Laurent en una feria en París, realizaron la primera sandalia de raso y esparto con cuña. Un ejemplar que saltó a la pasarela parisina y que, como era de esperar, se hizo famoso en el mundo entero. A partir de aquel momento (años 70), los Castañer han colaborado con modelos exclusivos para firmas como Jean Paul Gaultier, Hermès, Fendi, Lanvin o Chloé. Porque, en definitiva, se trata de aportar comodidad y moda a nuestros «looks» de verano con un calzado tan antiguo como contemporáneo: la alpargata, palabra que procede del árabe hispánico «alparát».