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Maquillaje

'Toasty makeup': la tendencia de maquillaje en tonos cálidos que arrasa este otoño

Para no despedirse del todo del verano, llega el 'toasty makeup', la tendencia viral que, inspirada en los colores otoñales, busca prolongar el bronceado estival con un acabado fresco, natural y absolutamente radiante

Guía definitiva de maquillaje para ojos marrones irresistibles Freepik

Aunque todavía se deja sentir el calor del verano, algunas de las figuras más influyentes del panorama internacional, como la modelo Hailey Bieber o la actriz Emily Ratajkowski, ya se han adelantado a las tendencias del futuro. Ambas se han convertido en las principales embajadoras de un estilo de maquillaje que promete alcanzar su máximo apogeo durante el otoño de 2025, demostrando que su influencia va más allá de una moda pasajera.

En esencia, esta propuesta estética, que ha ganado una enorme popularidad en la plataforma TikTok bajo la etiqueta de ‘toasty makeup’, persigue un objetivo claro: prolongar sobre la piel ese halo dorado propio de los meses estivales. La filosofía detrás es construir un aspecto saludable y radiante empleando una paleta cromática donde dominan los marrones, cobrizos y toda la gama de tonos tostados.

Para ello, la clave reside en conseguir una piel de apariencia jugosa y muy natural, huyendo de las coberturas pesadas y los acabados mate. Se priorizan las bases ligeras o incluso las hidratantes con color, cediendo todo el protagonismo a un bronceador aplicado con generosidad no solo en los pómulos, sino también en la frente y el puente de la nariz para unificar el tono y aportar esa calidez tan buscada. Para lograr este acabado impecable sin recargar la piel, una buena estrategia es combinar la base con productos específicos como un corrector viral que está triunfando en TikTok por su capacidad para cubrir imperfecciones sin añadir peso.

Una mirada y unos labios con carácter

Asimismo, esta búsqueda de armonía cromática es fundamental para que el resultado sea creíble, una idea que comparten desde Vogue. El colorete, por ejemplo, se decanta por tonos terrosos o ligeramente rojizos para imitar un rubor muy favorecedor, aplicado en las manzanas de las mejillas y difuminado hacia las sienes para integrarse a la perfección con el resto del maquillaje. En esta línea, la textura del producto es clave para el resultado final, por lo que se recomienda optar por un colorete hidratante en formato líquido o en crema que se funda perfectamente y aporte jugosidad.

En este sentido, la mirada se viste con sombras en tonos bronce, dorados y marrones ahumados, que aportan profundidad sin resultar excesivos. Un truco muy extendido consiste en utilizar el mismo bronceador del rostro como sombra de transición en los párpados, un gesto sencillo que garantiza la coherencia del conjunto y potencia ese anhelado efecto de "besada por el sol". Un toque de máscara de pestañas es suficiente para rematar.

Por otro lado, los labios recuperan una técnica que supone un claro guiño a los años 90 y que ha regresado con fuerza. La técnica es sencilla: se perfila el contorno con un lápiz marrón o tostado, algo más oscuro que el color natural de la boca, y se rellena el interior con un labial hidratante de acabado jugoso o un simple brillo transparente, creando un atractivo efecto de volumen.