
Vacaciones
Un verano en paz: Miguel Bosé, en familia
Tras cerrar la primera parte de su gran gira con llenos absolutos, el artista desconecta en Mallorca junto a sus hijos demostrando que los lazos del corazón van más allá de los legales

Boséha dado por finalizada la primera parte de su gira «Importante Tour». Comenzó en Murcia el 28 de junio y acabó el pasado 26 de julio en Santander con un éxito total de aforo. Retomará el 2 de octubre en el Teatro Madison Square Gardenia de Nueva York y hará un recorrido por varias ciudades importantes de Estados Unidos. Hasta que llegue esa fecha, el artista se va a tomar un merecido descanso. Y ha elegido España, como ya hizo el año pasado, para disfrutar de sus vacaciones. El 27 de junio Miguel Bosé tomaba un vuelo a media mañana de Iberia con destino al aeropuerto de Palma. Iba solo. Coincidí con él en el avión y me contó que se tomaba el mes de vacaciones para disfrutar con sus hijos. Le encontré feliz y contento. Por cómo había funcionado su gira y por su situación emocional. «Estoy muy bien y feliz», me comentó.
El veraneo no lo pasará solo sino con su hermanas Paola y Lucía así como con los cuatro niños. Los dos biológicos suyos, Tadeo y Diego, y los mellizos de Nacho Palau, Ivo y Telmo. El cantante lleva una vida doméstica sin tener que esconderse. El martes estuvo con los cuatro en El Corte Inglés de Palma. Allí compraron polos, zapatillas y ropa deportiva. Se mostró encantador con los clientes que le reconocieron e incluso presentó a los niños a varias personas con las que se encontró en dicho centro comercial. Ese mismo día acudieron todos al restaurante Mia, que dirige el chef Guillermo Cabot. Este local en Portixol es también uno de los preferidos del Rey Felipe VI y su familia.

El verano pasado, el Monarca acudió con Letizia, sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, así como Doña Sofía, la princesa Irene y el matrimonio formado por la princesa Tatiana Radziwil y el doctor Fruchaud. Cuando llegó la separación Bosé se fue a México con los hijos con los que compartía material genético y Palau se quedó en su casa de Chelva (Valencia) junto a los que le correspondían por la maternidad subrogada. El colaborador de programas de televisión interpuso una demanda de filiación el 16 de octubre de 2018 que se desestimó en el Tribunal Supremo.
Mantenimiento de los vínculos
Legalmente los menores no son hermanos pero sí hubo una sentencia en la que el juez emitía un dictamen salomónico. No se podían inscribir como tal pero sí determinó que había unos derechos en beneficio de estos. El juzgado de Primera Instancia número 4 de Pozuelo de Alarcón establecía que «se garantiza el mantenimiento de los vínculos de los cuatro menores y los dos progenitores». En esos acuerdos se pactaban las vacaciones y la comunicación entre ellos y con los respectivos padres. Y se ha cumplido.
Durante más de dos décadas, la relación entre Miguel Bosé y Nacho Palau fue un secreto guardado incluso para muchos cercanos. Todo salió a la luz en 2018, cuando la pareja interpuso una demanda para reconocer la filiación de sus cuatro hijos, concebidos por gestación subrogada en EE UU. En España, esta técnica no está regulada, lo que complicó sus aspiraciones legales. Aunque compartieron un proyecto de vida común durante 26 años, no realizaron adopciones cruzadas, por lo que el vínculo con los niños era afectivo, no biológico ni legal. Hoy, años después de aquella ruptura silenciosa pero mediática, Miguel Bosé disfruta del presente con serenidad. Lejos del ruido y más cerca de lo esencial.
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