A los ayuntamientos les sobran las «palabras huecas» de Díaz

Moreno recuerda los incumplimientos de la Patrica y pregunta a Sánchez si el modelo que quiere para España es el «trasnochado y acabado» andaluz

Las encuestas dicen que el bipartidismo resiste. PP y PSOE volverán a disputarse el Gobierno en España en las elecciones generales del 20-D. Los socialistas saben que unos dignos resultados dependerán de los apoyos recibidos desde Andalucía y los populares no pueden obviar que parte de la mayoría absoluta con la que ha gobernado los peores años de la crisis se forjó con votos de esta comunidad. Y si Susana Díaz aprovecha para argumentar que «Despeñaperros ha parado el sufrimiento del PP» y que «los andaluces harán ganar al PSOE», Juanma Moreno preguntaba ayer a Pedro Sánchez si el modelo que propone para España es el que ha practicado su partido en Andalucía, «el de la opacidad, la corrupción y la incapacidad de gestión», frente al «fuerte, serio y riguroso» del Gobierno de Rajoy.

La presidenta andaluza aparcó sus diferencias con Pedro Sánchez y le acompañó en un acto de precampaña en Jaén. El presidente del PP-A acudió a Carmona con motivo de la clausura de la escuela de otoño del partido en Sevilla. Moreno aludió al mitin de sus contrincantes, «convocado para acallar comentarios, como ocurre con los divorciados que no quieren decir que están separados». El líder popular definió como «trasnochado y acabado» el modelo socialista, «que no ha hecho progresar ni generar riqueza ni desarrollo en los últimos 30 años». Un modelo capaz de abrir la puerta del Gobierno a Podemos, cuyos efectos, según Moreno, «tendría reacciones en los mercados, la UE y la economía».

Por todo ello, Moreno animó a los militantes a «volcarse hasta el 20 de diciembre en conseguir que sigamos gobernando, pues de lo contrario perderá Sevilla, Andalucía y España». «Necesitamos un Gobierno fuerte, serio, riguroso, que dé seguridad y estabilidad a España», añadió.

Acompañado por Juan Ignacio Zoido, cabeza de lista al Congreso por Sevilla, y Juan Bueno, presidente del partido en la provincia, insistió en los valores del PP, un equipo capaz de «sacar al país de la ruina y del descrédito internacional», recuperando la economía y hacienda de España un país «viable y con un futuro prometedor».

Moreno también aprovechó el acto para emplazar a Susana Díaz a «demostrar su compromiso con el municipalismo» aceptando las enmiendas que el PP ha presentado a los presupuestos para aumentar las transferencias del plan de cooperación municipal en 200 millones e incrementar la Patrica de 480 a 615 millones para cumplir lo que establece la ley. «Si lo que dice es verdad, tiene una oportunidad de oro para demostrar su compromiso con la financiación local», añadió en relación a Susana Díaz. Pero eso es algo que no cree porque entiende que las propuestas de Díaz en la asamblea de la Famp del pasado sábado sin «palabras huecas». Ella exige «más financiación al Gobierno», pero «incumple la ley todos los días y no paga ni un sólo euro de los que debe durante los últimos siete y ocho años a los ayuntamientos», siendo la culpable de «la mayor etapa de asfixia de los ayuntamientos».

Zoido, por su parte, aseguró que el PP es el único que puede garantizar el progreso y el crecimiento de la provincia de Sevilla. «Sabemos no sólo cuáles son los problemas de los sevillanos, sino también cuáles son las soluciones que necesitan y cuál es la manera de dárselas», añadió. «Si tenemos estabilidad y continuidad, la Zona Franca será un motor económico y para la creación de empleo de la provincia, el cierre del anillo de Cercanías será una realidad, infraestructuras como la SE-40, la SE-20 y la A-49 seguirán creciendo, y si la Junta impulsa la red de metro, el Gobierno central también la apoyará» . Por su parte, el presidente del PP de Sevilla, Juan Bueno, lamentó que «si la provincia no crece al ritmo del resto de España es por los 36 años de gobiernos socialistas en Andalucía». Y criticó el «silencio cómplice» de Ciudadanos ante el nombramiento del ex alcalde de Huévar, Rafael Moreno, como director general de políticas activas de empleo del SAE, tras lo que reiteró su petición de cese por su «currículum» en gestión municipal.