Junta de Andalucía

Adán y Eva en sus paraísos

La Razón
La RazónLa Razón

Desde Tarsis a la Atlántida, esta región periférica del Mediterráneo ha sido representada desde antiguo como tierra rica y virginal. Ah, el verdor andaluz, cantaban en las morerías. Pero no cabría en este punto caer en el engaño, ya que en los paraísos, hasta en los vergeles, impera la ley de la selva. Del Adán y Eva del Edén al adanismo de Teresa Rodríguez y Juan Manuel Sánchez Gordillo, dos adalides de esa nueva izquierda montaraz que parece estar descubriendo la política. La portavoz de Podemos acudió al Parlamento con una modificación del Reglamento sin pactar y sin transar con los demás grupos, propuesta destinada en efecto al fracaso. El alcalde de Marinaleda, por su lado, suma casi un año sin celebrar un pleno en el Ayuntamiento sin que lo hayan prendido aún de las lianas y enredaderas. Ambos, como sucede en los paraísos, no están verdaderamente descubriendo sino inventando, forjando la democracia de la nada. ¡La democracia es mía! La nueva progresía de Podemos, aliada con el viejo y cachazudo anarcosindicalismo del SAT, invoca la legitimización de la calle; que también es suya, claro. Y ahí andan los dos, admirados de sus correrías juveniles, como si hubiesen sido recién escupidos a la Tierra, desnudos y adánicos, bebiéndose cada gota de la democracia real, y sin reparo alguno en revolverse con procacidad para enseñar sus vergüenzas con la cuestión catalana. Al adán del SAT nada menos que se le ocurrió ofrecerse como observador internacional en la «performance» del referéndum; a la Eva podemita, permítase la licencia, sólo se le ha oído hablar de un vacío e irresponsable derecho de autodeterminación. Y, en el fondo, lo que persiguen es derrocar el sistema para justamente edificar esos paraísos que se fuman desnudos y cantarines.