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Gran parte de la acción de «Ocean's 8» se desarrolla en el Metropolitan de Nueva York
Gran parte de la acción de «Ocean's 8» se desarrolla en el Metropolitan de Nueva Yorklarazon

En 1959 se rodó en diversas ciudades de España «Esencia de misterio», película de intenciones innovadoras con la que su productor, Michael Todd, pretendía desarrollar un nuevo sistema, el odorama, y dotar de olores la película. Ésta se ambientaba en una ciudad española en la que los personajes paseaban junto a la Alhambra, la Mezquita de Córdoba, la Feria de Abril y el Acueducto de Segovia, entre otros, sin salir de la misma ciudad, ciudad en la que, faltaría más, también tenían lugar los Sanfermines. El experimento fue un absoluto fracaso y la película se volvió a estrenar un tiempo después, casi con la misma fortuna, con un nuevo título, «Vacaciones en España». A los espectadores españoles se les privó de la ocasión de ver ambas versiones para evitar el ridículo. Años después, la lección seguía sin ser aprendida y en «Noche y día», Sevilla aparecía como una mezcla de la misma, Cádiz y Pamplona.

No obstante, se trata de casos minoritarios porque lo correcto es que haya más rigor y, de hecho, ahora, en la cartelera coinciden tres películas en las que ciertas ciudades o lugares muy concretos tienen un papel importante. Dos se estrenaron la semana pasada y no sólo coinciden en sus pretensiones comerciales sino también en escoger sendas ciudades norteamericanas muy icónicas. Gran parte de la acción de «Ocean’s 8» se desarrolla en el célebre Metropolitan de Nueva York, donde tiene lugar el espectacular plan para dar un gran golpe. En «Ant-man y la avispa» la ciudad elegida es San Francisco, tan cinematográfica, o más, que la anterior aunque menos frecuentada. La bahía y su trazado en cuesta, tan popular para los que peinan canas gracias a la veterana serie «Las calles de San Francisco», son los escenarios elegidos para una persecución, una de las mejores secuencias de esta nueva entrega de superhéroes, que recuerda bastante a la que filmó Peter Bogdanovich en la muy divertida «¿Qué me pasa, doctor». No tan lejos queda la Sevilla retratada por Alfonso Sánchez en «El mundo es suyo», que sigue entre las más taquilleras, pese a la competencia habitual de Hollywood. Frente a estos tres títulos, en la excelente «El repostero de Berlín», lo que aparece de la capital alemana podría estar rodado en cualquier lugar; además, la acción trascurre durante más tiempo en Jerusalem, de la que tampoco se muestran sus exteriores más reconocibles, algo que no se echa de menos en absoluto en una película donde priman las relaciones humanas.