Detienen a once personas en una operación contra el tráfico de drogas

La Policía Nacional ha detenido a un total de once personas, siete de nacionalidad española y cuatro súbditos marroquíes, que integraban una red de narcotraficantes que distribuía droga desde Ceuta a la Península, en una actuación que ha permitido incautar 1.300 kilos de hachís.

Nueve de los arrestados en la ciudad autónoma ya han entrado en prisión tras pasar a disposición judicial, y las otras dos detenciones han sido practicadas en la Costa del Sol.

La sustancia estupefaciente ha sido intervenida junto a útiles para envasarla al vacío; varios vehículos y una pistola simulada en una operación que ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaría de la localidad malagueña de Torremolinos, con el apoyo de efectivos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Central.

Según informaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta, la droga era introducida en la Península procedente de Marruecos, por medio de vehículos y era ocultada en un garaje.

Éste, actuaba como “primer lugar de aseguramiento”, y su interior, los agentes intervinieron un total de 92 kilogramos de hachís, que posteriormente iba a ser trasladado a una vivienda, en la que los efectivos intervinieron 1.208 kilogramos de la misma sustancia.

Según los datos comunicados por la Policía, cuando se almacenaba una cantidad para ser llevada al otro lado del Estrecho se escondía en automóviles “especialmente preparados” con dobles fondos “que asegurasen el éxito del traslado”.

Por otra parte, agentes de la Policía Nacional se incautaron el pasado día 27 de noviembre en Málaga un total de 7,5 kilogramos de marihuana al interrumpir el envío de un bulto que había sido entregado en una empresa de mensajería de la capital y que estaba listo para ser enviado a Escocia. De igual modo se detuvo a la persona que depositó el bulto para su remisión, un hombre de 32 años y nacionalidad española, y además a un hermano de este, de 21 años, ambos por su presunta responsabilidad en un delito de tráfico de drogas.

Durante el registro en el domicilio de los investigados los agentes hallaron otros 2,5 kilos de la misma sustancia. Las pesquisas permitieron, en un primer momento, la paralización del citado envío; apoyados por guías caninos los agentes confirmaron la existencia de droga en el interior del bulto.

La sustancia estupefaciente fue hallada en unas fundas de almohada que contenían cinco bolsas de plástico -envasadas al vacío y liadas en unas toallas- con un peso de 1.500 gramos cada una de ellas. En total 7,5 kilogramos de marihuana.

Con posterioridad, los agentes centraron sus pesquisas en la identificación y localización de la persona que había entregado el paquete en la empresa de mensajería para su envío al exterior. Así, el pasado día 30 de noviembre, detuvieron al principal investigado.