Almería

Díaz promete más leyes, pese a haber aprobado sólo la de Presupuestos

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, en un momento de sus intervenciones en el debate parlamentario
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, en un momento de sus intervenciones en el debate parlamentariolarazon

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, parece dispuesta a cumplir su compromiso de rendición de cuentas. De hecho, al balance de los primeros cien días de gobierno le siguió ayer una comparecencia parlamentaria, a petición propia, para dar cuenta de 137 días de gestión, en una sesión plenaria de carácter extraordinario, dado que enero es un mes inhábil por vacaciones en la Cámara. Apariciones públicas que para el líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido, son puro «lucimiento».

Tras hacer un repaso por algunas de las medallas que ya puede colgarse como la publicación de la declaración de la renta y de bienes de los miembros del Consejo de Gobierno y sus parejas, la inclusión de las recomendaciones de la Intervención General de la Junta para mejorar el control de las transferencias de financiación y evitar que se repitan casos como el «bochornoso» de los ERE; la Ley de Transparencia; o la aprobación de una modificación legal para reforzar las competencias de la Cámara de Cuentas, a la que el Ejecutivo andaluz dará luz verde «antes de un mes»; Díaz hizo algún anuncio. Entre ellos, nuevas leyes como la del cine en Andalucía, para garantizar la seguridad jurídica y el «fortalecimiento» del sector audiovisual autonómico, a la búsqueda de la marca «cine andaluz»; o una norma de Formación Profesional, a elaborar «codo con codo» con las empresas. Desarrollos normativos que se unirán a otros pendientes de cristalizar como la misma Ley de Transparencia, que aún no ha llegado al Parlamento, la normativa para combatir el fraude fiscal, el Decreto-Ley de apoyo a las pymes que en teoría recoge 150 millones para éstas en los tres próximos años; la Ley de Mejora de la Regulación Económica para eliminar trámites administrativos innecesarios o la norma de Mecenazgo.

En ese sentido, el presidente de los populares andaluces le reprochó en su primer turno de palabra que en las 21 sesiones que la socialista ha presidido el Consejo de Gobierno, sólo se ha aprobado un proyecto de ley y «de obligado cumplimiento», el de los Presupuestos para el ejercicio 2014. De hecho, Zoido matizó que de los 18 decretos que el cónclave de consejeros de PSOE e IULV-CA ha sacado adelante, la mayoría han estado destinados a la reorganización y cambio de estructura naturales en un «traspaso de poderes sin elecciones».

Al margen de los textos legislativos, Díaz aseveró que su equipo tiene «muy avanzada» la creación del Instituto de Crédito Público de Andalucía, del que no concretó plazos y ratificó su intención de proteger al máximo la finca pública La Almoraima, en Cádiz. Adelantó también el impulso de un plan de empleo vinculado a la demolición del hotel Algarrobico, aunque el TSJA aún no se ha pronunciado sobre la legalidad de la licencia de obras, y a la recuperación medioambiental del espacio que ocupa en primerísima línea de playa en Carboneras (Almería). Una iniciativa que beneficiaría «directamente» a esa localidad y «a la comarca del Levante almeriense», proclamó, para arrancar aplausos de la bancada socialista. Y de ese punto del mapa andaluz, a la generalidad, la presidenta abogó por un reimpulso: el del sector de la construcción, que no consentirá que «nadie demonice». Para ello, según explicó se constituirá, antes de marzo, una mesa de trabajo, que ligó a la palabra sostenibilidad, para elaborar una propuesta que proporcione nuevas oportunidades. «Sí a la construcción, no a la especulación», llegó a mantener, esbozando en una frase los límites que marcará para no repetir errores pasados. En relación a este asunto, Zoido le recriminó que plantee el nacimiento de una mesa de la construcción cuando el Ejecutivo andaluz «debe cientos de millones al sector». Es más, criticó el «vacío de las iniciativas» con el sello del Gobierno del «nuevo tiempo» que preside la socialista y que responden a un mero «lavado de cara». Unos «nuevos falsos tiempos» que «ni pagan, ni ejecutan ni cumplen», entre otros actores, con los ayuntamientos.

El presidente de los populares andaluces dudó además de lo novedoso del «modelo de diálogo social», que según la presidenta, diseña el consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, y que se materializará «en el primer trimestre» del año. Ello, después de que la propia Díaz reconociera, tras los escándalos de corrupción que salpican a los agentes tradicionales de la concertación –CC OO, UGT y CEA–, que se debe «revisar» la fórmula.

De hecho, la corrupción volvió a estar presente en el «cara a cara» entre Díaz y Zoido. El último no dudó en lanzar que «la oscuridad sigue siendo la marca de la casa» y preguntó a su rival en el ring de la oratoria «qué tipos de lazos» le atan al «sindicato amigo», en referencia a UGT-A, para «seguir alimentándolo» con fondos públicos, pese a que hasta la UE ha pedido explicaciones sobre su contabilidad. Ambos, el líder popular y la baronesa socialista se lanzaron propuestas en busca de apoyo del contrario, consensos que nunca llegan.

Díaz, en concreto, incorporó una expresión para el Diario de Sesiones parlamentario: la «economía azul», a integrar, junto a la digital, en el nuevo modelo productivo, junto a los «sectores de arrastre».