Violencia de género
El acusado por el doble crimen de Almonte «no controla sus emociones»
Un perito ha realizado un informe grafológico de la carta que Medina envió al programa «Espejo Público». Del estudio se desprende que es «inmaduro» y tendente a una «agresividad y obsesión excesiva» hacia otros
Un perito ha realizado un informe grafológico de la carta que Medina envió al programa «Espejo Público»
Del estudio se desprende que es «inmaduro» y tendente a una «agresividad y obsesión excesiva» hacia otros
Lo primero fue un envío: Francisco Javier Medina, el único acusado por el crimen en el que perdieron la vida en Almonte un padre y su hija de ocho años que juzga la Audiencia de Huelva, mandó el pasado julio una carta manuscrita al programa «Espejo Público» de Antena 3. Ese hecho provocó un segundo: el experto profesional en Grafística, Psyco-Grafología Forense y Documentoscopia Jonatán Hellín ha elaborado de manera voluntaria un estudio grafológico a través de imágenes digitales de los documentos hechos públicos en televisión que le ha permitido trazar un perfil del autor de la misiva en el momento de escribirla.
En su informe, al que tuvo acceso LA RAZÓN, el perito asevera que «por el tamaño irregular de su escritura, por la mezcla de inclinaciones (rectas, invertidas e inclinadas) de las letras y los márgenes observados en el orden de la página», se deduce que el autor de la carta es «una persona que no llega a controlar sus emociones de forma correcta» y que «existe una mala canalización» de las mismas. Si se pone el foco en «los signos angulosos, en algunas letras dirigidas hacia la derecha», como es el caso de las «‘D’ mayúsculas», y en «una suciedad aparente en la página (letras con excesivo repaso o remarque)»; todo ello apunta a alguien «con tendencias a desarrollar una agresividad extrapunitiva (violencia hacia los demás, ya sea física o psicológica)». En relación a esa inclinación, el propio perito remarca a este periódico que quien la muestra, «llegado cierto momento, le da igual hacer un daño físico que psicológico a otro». De hecho, fuentes del proceso judicial en el que se juzga a Medina aportaron ayer que un trabajador social y una psicóloga han determinado que la sintomatología que presenta su ex pareja y madre de la menor asesinada «casa» con el perfil de víctima de violencia de género.
De vuelta al análisis basado en la grafología, una ciencia con más de cien años de evolución, la presencia en la carta de «letras adosadas y una escritura condensada», unidas a otras grafías «mal ejecutadas», indican que su ejecutor «es una persona egoísta y acaparadora, insegura e inmadura». Además, el texto hecho llegar a A3 está aderezado con «separaciones anómalas» que, según el experto, «favorecen la presencia o formación de cuchillos», lo que sumado a las «torsiones en algunas crestas de las ‘d’ minúsculas», sugerirían «una angustia y cierto temor que atraviesa el autor en el momento de realizar la escritura».
Tras su trabajo, plasmado en un documento de 25 páginas, Jonatán Hellín concluye que Medina adolecía de «un cansancio o fatiga física o mental» cuando compuso la misiva y que la letra de «un tamaño notorio» que empleó para hacerlo o las mayúsculas en medio de oraciones que no responden a reglas ortográficas, se puede interpretar como un «desesperado gesto de llamar la atención en esas palabras concretas».
A lo expuesto hasta ahora encadena la existencia de subrayados excesivos que reforzarían la teoría de que «el autor es una persona controladora y con deseos de tener siempre la razón». «Es inmaduro y no controla sus emociones de forma correcta, lo que puede conllevarle a forzar ciertas situaciones al extremo», se afirma también en el informe para añadir que varios de los elementos descritos «denotan una agresividad y obsesión excesiva, por lo que puede llegar a responder de forma nociva» hacia otras personas o sus sentimientos. Por último, el profesional hace notar que el responsable de la carta televisada «intenta crear buena impresión hacia los demás, pero le cuesta empatizar, por lo que es de carácter reservado».
Jonatán Hellín posee múltiples titulaciones académicas, es miembro certificado por la «American College of Forensic Examiners Institute», fundador de la «Unión de Peritos Judiciales de Huelva», integrante de la Asociación de Peritos Judiciales y Tasadores andaluza, ha colaborado en investigaciones con la Guardia Civil y participado en nueve procesos judiciales de distintos puntos del país.
Otros dos expertos concluyen que usó un calzado mayor a su pie y que «volvió a casa»
El presunto autor del doble crimen de Almonte, Francisco Javier Medina, usó un calzado superior al correspondiente a su número de pie, según determina un estudio realizado por un doctor en Podología a instancias de una de las acusaciones particulares. En su declaración de ayer en el juicio que por esta causa se celebra en la Audiencia de Huelva, Pablo Martínez explicó que para llegar a esta conclusión realizó una simulación mediante dos sujetos que calzaban un 42 y un 44. De otro lado, el perito judicial Juan José Hellín declaró que, según los informes llevados a cabo tras los hechos, Medina «volvió a la casa» donde aparecieron los cadáveres horas más tarde e hizo la cama de matrimonio, dado que «la sangre estaba seca».
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