Málaga

El cierre de camas y la escasa sustitución lastran la atención sanitaria en Navidad

En el hospital Civil de Málaga están inoperativos 12 quirófanos y en Huelva la capital suma un total de 94 camas clausuradas

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Detrás del denominado Plan de Alta Frecuentación –activado en diciembre coincidiendo con la mayor incidencia de la gripe y el aumento de la demanda en las urgencias hospitalarias– y de las cifras anunciadas por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) relativas al refuerzo asistencial permanece latente un crudo panorama no sólo para los pacientes, sino para los propios profesionales. El cierre de camas y de plantas en los hospitales y la escasa sustitución en las plantillas son la tónica habitual en la sanidad pública andaluza durante la Navidad, una época especialmente complicada dada la ingente actividad que soportan los centros sanitarios por el frío y las complicaciones que se derivan en la salud.

Y como muestra un botón. Según datos del sindicato de enfermería Satse aportados a LA RAZÓN, de las dos plantas de traumatología del hospital Carlos Haya de Málaga está cerrada una, lo que se traduce en 32 camas clausuradas. También permanece cerrada una planta de cirugía digestiva, con un total de 28 camas, y otras 28 camas de cirugía del tórax. En cuanto a los quirófanos, cierran la mitad aproximadamente, funcionando uno o dos como mucho en cada planta. Las pruebas funcionales y las consultas externas también se ven afectadas, ya que funcionan al 25 por ciento. Todo ello tendrá su repercusión en la plantilla. Según el sindicato, se cubrirán «mínimamente» las vacaciones de los sanitarios, cifrando la media de débito por enfermero en 23 horas. En total, 15.300 horas computadas fuera de las jornadas.

En el hospital Civil la situación es muy parecida o incluso peor. Acaba de cerrar una unidad de urología. Es decir, 22 camas, ocho enfermeros y ocho auxiliares menos. También una unidad de cirugía mayor ambulatoria con 33 puestos, con cuatro enfermeros y dos auxiliares menos. Igualmente, 12 quirófanos están cerrados, con 34 enfermeros y 14 auxiliares menos, junto a una UCI clausurada con tres camas y una unidad de salud mental, con 24 camas cerradas.

La precariedad laboral ha llegado a tal punto que las matronas de la unidad de partos del hospital materno infantil de Málaga han denunciado ante la Fiscalía los «recortes» que ha venido sufriendo el departamento. Según alertan, cuatro profesionales atienden ocho camas de observación, la consulta de urgencias y 13 paritorios. El colectivo recuerda que la dirección del centro se comprometió a mantener siete matronas como máximo y seis como mínimo, un reparto que «garantiza unos cuidados de calidad y la seguridad de las mujeres y sus futuros hijos».

En Huelva, donde el gerente del SAS se reunió recientemente con la plataforma contraria a la fusión, la tónica es la misma. Satse cifra en 94 las camas cerradas durante la Navidad, 64 en el hospital Juan Ramón Jiménez y 30 en el Infanta Elena. Precisamente, este centro ha clausurado 55 camas desde que se puso en marcha la fusión, un proceso altamente cuestionado por la ciudadanía.

Otro aspecto que redunda en la saturación hospitalaria es la «endémica» fata de personal de la atención primaria, que supone la puerta de acceso al sistema. Según Satse, «ante la imposibilidad de ser atendido en un centro de salud se acaba acudiendo a las urgencias de los hospitales, gereando el consiguiente colapso». A juicio del sindicato, el personal sanitario está sufriendo «estrés e indignación» por la «sobrecarga asistencial», ya que el personal «no puede realizar su labor con unas mínimas condiciones de calidad y seguridad». En este punto, estará «vigilante» para que no se sobrepasen los límites establecidos: dos pacientes or enfermero en la unidad de críticos y 12 pacientes por enfermero en una unidad de un centro hospitalario convencional.