Conferencia política del PP
El PP-A ante el relevo de Rajoy
Voces dentro del partido admiten que el escenario electoral inmediato debe mejorar si se aprovecha para una verdadera refundación y abogan hasta por vender la sede de Génova
La llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno y el posterior anuncio de dimisión por parte de Mariano Rajoy afecta a la política andaluza. Lo hace institucionalmente, con el fin de la confrontación decretado por parte de la Junta de Andalucía ante el nuevo Gobierno «amigo», pero también en la vida orgánica regional de los dos partidos, el PSOE y el PP, puntales –pese a la aparición de Podemos y Ciudadanos– del sistema político en España. Este asunto surgió el pasado jueves en el Parlamento autonómico durante la sesión de control al Gobierno y centrará el debate en los próximos meses. La inesperada llegada de Sánchez a La Moncloa ha supuesto una sorpresa para la mayoría, incluida para la presidenta de la Junta. La oposición en pleno no tuvo reparos en destacar la mala relación entre ambos y cómo ahora la presidenta andaluza tendrá que adaptarse a que su rival en las primarias sea el que dirija España. Susana Díaz respondió y, en concreto, a Juanma Moreno le recomendó que en lugar de mirar tanto a Madrid tuviera cuidado con los que vienen en AVE desde la capital para Sevilla. El PP nacional enfrenta ahora su renovación interna, pero Moreno dejó atado con la actual dirección la elección de los candidatos municipales y la renovación de los liderazgos provinciales. Eso no quita para que ahora muchos de los actuales críticos con la dirección andaluza del PP traten de recuperar su espacio y sin cargos institucionales dediquen más tiempo a la tarea. Cuando Juan Ignacio Zoido dirigió coyunturalmente el PP andaluz tras la dimisión de Javier Arenas, hizo célebre la frase de que el candidato que lo sustituiría –el que él defendía– no vendría «en el AVE». No fue así. Y en tren llegó desde Madrid Juanma Moreno. Ese episodio era el que le recordaba la presidenta de la Junta en el Pleno, aunque ahora la situación es distinta. La cuestión abierta es elegir a la persona que sustituirá a Rajoy y ahí el PP andaluz debe influir y posicionarse. Con una buena relación con la nueva dirección todo será más sencillo para Moreno y su equipo. Conocida es la buena sintonía del presidente del PP-A con Soraya Saénz de Santamaría y la no tan fluida que mantiene con María Dolores de Cospedal. Con Alberto Núñez Feijóo asomando como posible candidato, elegir de manera correcta los apoyos es trascendental. Más allá de la persona que lidere el proyecto, hay voces destacadas en el PP andaluz que tratan de sacar una lectura positiva a la marcha de Rajoy: el escenario electoral de cara a las municipales y autonómicas mejora. Abrir el ciclo electoral con las regionales en Andalucía con el PP en caída libre en las encuestas y el desgaste de la acción de Gobierno y de Rajoy preocupaba a muchos dirigentes. Ahora se abre una oportunidad de plantear un mensaje de renovación que recupere a votantes desencantados. Algún dirigente andaluz se suma incluso a la corriente que aboga hasta por «vender» Génova, la sede central del PP en Madrid. «Incluso regalarla», afirman. Una refundación similar a la que experimentó el partido en 1989 y que se escenificó en 1990 en aquél célebre primer Congreso Nacional del Partido Popular (PP) que se celebró en Sevilla. El primer paso es elegir un nuevo liderazgo y que la remodelación no se limite a plantar una encina como ocurrió en la última Convención Nacional celebrada en Sevilla. Las cuitas internas que se abran después dependen del nuevo escenario que se plantee y de la fuerza que adquiera cada uno.
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