China
«Esperemos que Rusia y China no copien a Trump»
ESTEBAN BELTRÁN / PRESIDENTE DE AMNISTÍA INTERNACIONAL ESPAÑA: «Los estados europeos no quieren que vengan los refugiados. Por eso delegan en Turquía, que hace de cancerbero», denuncia
El cuerpo de Samuel llegó a la costa de Barbate dos semanas después de que su patera naufragara, 15 días que han sido suficientes para ver ya cómo Trump gestionará los flujos migratorios en EE UU. Ya hay quien lo ha calificado como el Aylan español, aunque haya tenido un menor impacto mediático al no haber fotos del cuerpo o simplemente porque la conciencia de los europeos se ha acostumbrado a estas catástrofes. Esteban Beltrán, presidente de Amnistía Internacional España, reflexiona sobre la cuestión migratoria y la vulneración de los derechos humanos tras impartir una conferencia en la Fundación Tres Culturas.
–¿Hasta cuándo vamos a seguir viendo muertes como la del niño que ha aparecido en Barbate?
–Me temo que durante mucho tiempo, porque básicamente con la política de la UE –y ahora están debatiendo con Libia para cerrar la salida de refugiados al mar como han hecho con Turquía o como se quiere hacer con Sudán del Sur o Afganistán– lo único que se va a conseguir es que la gente se arriesgue por rutas más inseguras. El año pasado murieron 300.000 personas en el mar y lo vamos a seguir viendo a no ser que la UE organice la llegada de refugiados.
–Además, Bruselas sabe perfectamente quién se enriquece con el tráfico de personas.
–Una de las razones por la que quieren sellar las fronteras es para combatir la trata de seres humanos y el contrabando, pero, según Interpol y Europol, precisamente al sellar la frontera lo que se hace es aumentar la presencia de las mafias y el contrabando. Si consigues que haya formas legales y seguras de que los refugiados lleguen a Europa no habrá mafias que los trasladen. En cambio, al sellar las fronteras aumentas la incertidumbre y la necesidad de pagar para realizar el viaje. Es una falacia y además no se debe poner al mismo nivel la trata de seres humanos con el contrabando.
–Es relativamente fácil que estas personas vinieran en ferri y no en una lancha de juguete. ¿Por qué no lo hacen posible? ¿Quién se beneficia de la situación?
–Los estados europeos no quieren que vengan los refugiados, ésa es la razón. Por eso delegan en Turquía, que hace de cancerbero y no permite que entren nuevos refugiados. Por eso se mantiene a miles en Grecia bajo el frío sin llevarlos a otro país; por eso no se organiza la llegada de niños abandonados, mujeres y heridos de guerra desde Jordania, Líbano y Turquía. Es que no quieren que vengan, pero se podría hacer porque Canadá sólo en un año ha traído 30.000 personas.
–La gente va a seguir llegando y la Guerra de Siria no se va a acabar. ¿Hasta cuándo se podrá frenar a estas personas?
–Hay que intentar varias cosas. En primer lugar, hay que movilizar a la opinión pública, porque una buena parte, en contra de la creencia general, está a favor de los refugiados. Hace seis meses hicimos una encuesta en 23 países en la que se refleja que la mayoría quiere que se haga más por los refugiados y que los gobiernos se impliquen. También es importante indicar que toda la estructura legal para recibirlos permanece intacta, lo que hace que los jueces griegos se opongan a considerar a Turquía como un lugar seguro para que lleguen los refugiados. Hay cosas por hacer, pero la tendencia europea es no recibirles. Sin embargo, hay matices, porque Alemania recibió en 2015 a un millón, en 2016 a 500.000; en España entre los que llegan por su cuenta y los que lo hacen de manera organizada hablamos de una cifra cercana a 14.000. Es decir, nada.
–Europa se lavó las manos con los judíos después de la II Guerra Mundial y ahora lo vuelve a hacer. ¿Cómo cree que nos tratará la historia a los europeos?
–Espero que la historia tarde mucho en llegar porque ahora lo más importante es sacar de las islas a los miles de refugiados. La historia puede esperar, los refugiados no, prefiero concentrarme en eso y en trabajar para que lleguen más. Hay que poner la presión adecuada y veremos la historia cuando transcurra este año también. En cualquier caso, habrá diferencias entre lo que ha hecho Alemania y los españoles.
–¿Cómo afectará el Brexit a los flujos migratorios?
–Pondrá en riesgo la pérdida de derechos humanos de los ciudadanos extranjeros pero también la de los ingleses, escoceses y galeses, porque una de las primeras medidas que ha sugerido la primera ministra británica es que hay que renunciar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
–En la Audiencia Nacional han presentado una querella contra Bashar al-Assad por terrorismo de Estado. ¿Cree que veremos un proceso justo o terminaremos ante una callejón sin salida como sucedió con Augusto Pinochet?
–Hay una diferencia porque el caso de Pinochet sí permitió avanzar toda la justicia nacional en países como Chile y Argentina. Al abrir la espita en España se abrió en esos países, aunque es mucho más difícil abrir las causas en España porque tanto el PSOE como el PP han limitado la Justicia Universal. Eso se aparta de la tendencia mundial, porque el 80% de los países tiene una legislación para abrir procedimiento contra un criminal que haya cometido algún crimen de lesa humanidad en cualquier parte del mundo. Se ponen tantas cortapisas que va a haber serias dificultades para sacarla adelante debido a los recortes. –¿Qué va a pasar con Trump?
–Las medidas que ha tomado son todo lo contrario a lo que se entiende como defensa de los derechos humanos y ha mentido, pues asegura que no hay garantías para los refugiados cuando EE UU tiene un sistema de vigilancia muy estricto desde hace años. Las medidas de Trump violan los derechos humanos, la legalidad internacional y trasmiten un mensaje muy poderoso: «En mi país puedo hacer lo que quiera», y eso es muy peligroso, porque esperemos que Rusia y China no copien a Trump.
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