Frente común para «reforzar y proteger» Doñana

El incendio quedó controlado después de tres días activo a 10 km. del Parque Nacional y se autorizó el retorno de los 230 realojados a sus casas

Todos los partidos coinciden en algo que ya recoge la ley. «La decisión de no recalificar suelo quemado es taxativa», señaló la Junta. Con todo, la unanimidad para blindar, más aún si cabe, el entorno de Doñana apunta a tomar medidas. El incendio en el entorno del Parque Nacional quedó ayer controlado después de tres días. La Junta autorizó el regreso a sus casas de los 230 realojados. El Colegio Profesional de Licenciados y Graduados en Ciencias Ambientales de Andalucía (Coamba) subrayó que es «imposible» el cambio de uso del suelo. «No se va a recalificar ni una sola hectárea porque no se puede por ley, porque no quiere la Junta, ni es intención política ni voluntad de la Administración», subrayó el portavoz del Gobierno andaluz, Juan Carlos Blanco. Susana Díaz instó a convertir «la desgracia» en «una puerta para reforzar y proteger el parque». El árbol (de la Ley de Montes) no tapa el bosque: el riesgo de incendios se conocía. LA RAZÓN ya informó de los recortes en siete millones y 160 efectivos del Plan Infoca.

Rápida como un lince, la presidenta, desde primera hora en el puesto avanzado, aprovechó las teorías auspiciadas en las redes sociales y por políticos de distinto ámbito. Desde la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, a el «fuego amigo» de la ex ministra y presidenta del PSOE, Cristina Narbona, que anunció en Twitter que los socialistas promoverán la modificación de la normativa. «Ni un solo metro que haya ardido en Doñana va a ser recalificado ni utilizado para ningún otro uso», zanjó la presidenta. En Change.org se recogen todavía firmas relacionando el proyecto de Gas Natural –que está fuera del Parque Natural y obtuvo la declaración de impacto favorable con Zapatero– con el desastre. Los proclives a la teoría de la conspiración añaden que «el entorno» no está tan protegido como Doñana. Hasta dónde llega el entorno es la cuestión a dirimir y en base a lo que se puede formular una mayor protección.

«Un blindaje integral» en el entorno natural de Doñana es lo que reclamó ayer Podemos, lo que pasa por «delimitar con planes, estrategias y legislación, qué actividades económicas se pueden desarrollar en los entornos de estos espacios». La formación morada también exigió más recursos en prevención y extinción, «lo que empieza por estabilizar las plantillas y fortalecer las tareas de control de estos parajes en invierno». IU abogó por «un debate integral» sobre Doñana y sus «amenazas», de las que alertan «la UE o los ecologistas». El presidente del PP-A, Juanma Moreno, abogó por intensificar las labores preventivas y las inversiones en el entorno del Parque de Doñana, iniciativas que «ha recortado» la Junta en los últimos años.

La zona antes estaba en manos privadas, como la esposa del séptimo duque de Medina-Sidonia, Doña Ana Gómez de Mendoza y Silva, de la que el parque tomó el nombre. El germen del parque son las 6.700 hectáreas que en 1963 compró por 33 millones de pesetas el Estado y WWF para crear una reserva biológica, intentando evitar un proyecto que pretendía desecar las marismas, estratégicas para la migración de aves entre Europa y África. Posteriomente, vinieron la declaración como parque natural y la protección internacional. En la actualidad, la sobreexplotación del acuífero por parte de los agricultores de la fresa, o proyectos como el (parado) dragado del Guadalquivir, la reapertura de la mina de Aznalcóllar o el almacén de gas son las principales amenazas para Doñana, en ningún caso su recalificación.

La Ley de Montes de 2015 no permite la recalificación de una zona de especial protección en un mínimo de 30 años y sería la comunidad la que tendría que promover un cambio de uso. Para una infraestructura de interés general, se precisa de la aprobación del Consejo de Estado. «En este país no hay recalificaciones por incendios ni incendios por recalificaciones», añadió al debate la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. El 95% de los incendios en España se producen por el factor humano y la mitad son intencionados. Sólo el 0,20% responde a la especulación urbanística.

El trabajo conjunto entre administraciones ha posibilitado que el incendio «se haya quedado en una cuarta parte del desastre total que podía haber sido», según Fiscal. Medio millar de efectivos han impedido, por tierra y aire, la propagación de las llamas. El director del Espacio Natural de Doñana, Juan Pedro Castellano, anunció que en las próximas semanas realizarán una propuesta de intervención para la recuperación ambiental. El fuego se quedó a 10 kilómetros del corazón de Doñana, afectando a la zona ampliada el pasado año de parque natural. «Evidentemente es un incendio de grandes dimensiones», señaló la Junta. Aún «hay que ver también todas las islas verdes que han quedado dentro del perímetro del territorio calcinado». «Puede haber una mano humana detrás», apuntó la Administración andaluza. «Hay que ver si por una negligencia», añadió el consejero en base a los datos de la brigada de investigación de incendios forestales.

La Junta realizará un informe estratégico para la recuperación de la zona. El fuego ha afectado, además, a tres áreas de campeo de tres hembras territoriales de lince. «Desde el aire se ha confirmado que afortunadamente hay una superficie enorme dentro del perímetro que no ha sido afectada y otra que lo ha sido muy levemente, prácticamente a ras de suelo, los árboles se mantienen verdes y con visos de no haberse visto afectados por el incendio», apuntó Fiscal. El factor meteorológico –que tanto perjudicó en la propagación– se descarta que esté en el origen. No hubo tormenta ni rayos. La Guardia Civil baraja varias hipótesis. «Se hace muy difícil medir con exactitud la superficie afectada, se va a hacer con GPS de una manera científica», indicó Fiscal. Se barajó que ayer tarde se dieran las primeras cifras pero el Infoca lo postergó a hoy. Las estimaciones iniciales apuntan a entre 1.000 y 3.000 hectáreas calcinadas. Todo el terreno suma unas 11.000.