Córdoba
José María Bellido: «El debate de la mezquita-catedral trataba de tapar una gestión fracasada»
El alcalde de Córdoba hace balance del primer mes en el cargo y repasa las medidas pactadas con Ciudadanos
El alcalde de Córdoba hace balance del primer mes en el cargo y repasa las medidas pactadas con Ciudadanos
Insiste en que el «déficit de gestión» que imperaba en el ayuntamiento suponía un lastre para el desarrollo de Córdoba. José María Bellido (PP) se estrena en la Alcaldía apretando el acelerador, ya que se comprometió con Ciudadanos a poner en marcha 23 medidas en los primeros cien días de gobierno.
Lleva poco más de un mes en el cargo. ¿Cambia la perspectiva cuando se pasa de la oposición al gobierno?
Tengo experiencia de gobierno porque fui segundo teniente de alcalde con José Antonio Nieto. Las tripas del ayuntamiento y de la ciudad las conozco bien. Sí cambian algunas cuestiones muy internas. En el primer mes hemos estado más centrados en las urgencias que en lo importante. De todas formas, suele ser así cuando hay un cambio de gobierno.
El nuevo Ejecutivo andaluz empezó a levantar alfombras y hemos ido conociendo listas de espera ocultas y expedientes que llevaban años paralizados. ¿Cuál es la herencia del anterior equipo municipal?
Hemos tenido que atajar cuestiones no centradas en el dinero, sino en necesidades de los barrios. Por ejemplo, nos hemos encontrado con asuntos pendientes en barrios tan sensibles como el de la Fuensanta o el Sector Sur. Había piscinas que, si no llegamos a actuar de urgencia, no se hubieran abierto. También contratos de instalaciones deportivas que vencían el 30 de junio. Nos llegó un requerimiento sobre unos fondos europeos para la antigua escuela de magisterio, la Normal, en el que se alertaba de que estaban en riesgo 1.200.000 euros. En definitiva, había un déficit muy importante en la gestión. La climatización de los colegios también estaba pendiente. Hemos tenido que ir negociando con la Junta, con la Diputación Provincial y hemos tenido que solicitar aplazamientos. Hemos sacado expedientes muy rápido para evitar que se perdieran los fondos.
A la luz de los resultados de las últimas elecciones municipales estaba claro que PP y Ciudadanos iban a gobernar juntos en Córdoba. ¿Cómo fueron las negociaciones? ¿Cuáles son las claves del pacto de gobierno?
Las negociaciones fueron rápidas. Teníamos claro que en este nuevo gobierno del cambio lo importante era anteponer lo que preocupaba a los cordobeses. Un gobierno para todos que superara los años de sectarismo que hemos vivido con el PSOE, de la mano de Podemos e IU, y que esté centrado en los problemas reales. El organigrama que hemos diseñado es prácticamente similar al que hay en la Junta, en el reparto de competencias y delegaciones. Eso nos está sirviendo en este primer mes porque, cuando hay asuntos que dependen de la Junta, tenemos un acceso muy directo a los compañeros del Ejecutivo autonómico. Hemos firmado un acuerdo con 77 medidas, 23 para los cien primeros días. Estamos preparando ya la propuesta de bajada de impuestos, que verá la luz a final de mes, y hemos iniciado un plan de choque en la Gerencia de Urbanismo para bajar el periodo de concesión de licencias.
¿Se barajó la inclusión de Vox en el gobierno?
No porque las matemáticas permitían un acuerdo de gobierno entre PP y Ciudadanos. Sí trabajamos con todas las fuerzas políticas para intentar alcanzar mayorías que den estabilidad al gobierno, que permitan poner en marcha proyectos importantes para la ciudad. Vamos a intentar articular acuerdos puntuales con Vox, un socio preferente en la oposición con el que nos unen bastantes más cosas que con otros grupos. Intentaremos en estos cuatro años llegar a acuerdos que sean buenos para Córdoba. El papel que va a tener Vox va a ser importante. Los dos concejales de Vox tienen todo nuestro respeto, a ellos y a sus votantes.
Este partido se abstuvo en su investidura. ¿Cómo valora este gesto?
Cada partido tiene que explicar el sentido de sus votos. Podrían haber sido más generosos y votar a favor. Se estaba gestando un cambio de gobierno en la ciudad después de cuatro años muy mal valorados por los cordobeses. Vox debería haber tenido más altura de miras e implicarse en un acuerdo de gobernabilidad.
Recientemente se reunió con el presidente de la Junta y le planteó la necesidad de impulsar el Plan Estratégico, el parque de innovación Rabanales 21 o la culminación del palacio de congresos. ¿De qué manera el Ejecutivo autonómico puede ayudar a que se materialicen estos proyectos?
El presidente de la Junta ha tardado menos de un mes en recibir a los nuevos alcaldes de capitales de provincia. Participé en el gobierno municipal de José Antonio Nieto de 2011 a 2015 y en ese tiempo el alcalde de Córdoba no tuvo la suerte de que el presidente, primero, ni la presidenta, después, lo recibieran en San Telmo. Necesitamos ser uno más en Andalucía. En la estrategia de ciudad que proponemos la Junta debe ser un agente más, financiando y apoyando los proyectos estratégicos. Si hablamos de logística, la Junta tiene que estar presente ayudándonos a culminar la variante Oeste y a terminar el parque del Higuerón. Si hablamos de transformación digital e innovación, Rabanales 21 es necesario, dándole un impulso al mismo nivel que el parque de Granada o el de Huelva. En materia turística tengo un objetivo, que es que Córdoba sea capital de congresos, después de muchos años sin celebrar estas citas porque no había infraestructuras.
El ayuntamiento ha recuperado nombres de calles que fueron retiradas por estar vinculadas al franquismo. ¿Se incumple la Ley de Memoria Histórica?
No. Tres calles se presentaban como falsamente franquistas. En relación a la avenida conde de Vallellano, hay una vía con la misma denominación en Madrid y en la comisión que creó la alcaldesa Manuela Carmena se decidió mantenerla. La calle Antonio Cañero, dedicada a su figura como rejoneador, la rotuló un alcalde del Partido Comunista, Herminio Trigo. La primera rotulación de la calle Cruz Conde fue en 1929, mucho antes de la época en la que se aplica la Ley de Memoria Democrática. Nosotros queremos recuperar su nombre popular, eliminando cualquier referencia a estas personas.
Acaba de anunciar el cierre de la comisión municipal que cuestionó la titularidad de la mezquita-catedral. ¿Da por zanjada esta polémica?
Ha sido otra de las grandes cortinas de humo que han querido lanzar desde el anterior gobierno y esa izquierda radical que, desgraciadamente, hemos sufrido durante cuatro años. Quien hubiera tenido alguna duda respecto a la titularidad de la mezquita-catedral, tendría que haberse ido a los tribunales. No hay base jurídica que permita sustentar que la mezquita-catedral no es de quien es. Este debate trataba de tapar una gestión fracasada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar