Almería

La ciudadanía almeriense lucha para tratar de salvar El Toblerone

La Razón
La RazónLa Razón

Los trabajos para derribar el antiguo silo de mineral de hierro de la Compañía Andaluza de Minas en Almería, conocido popularmente como El Toblerone, comenzaron, pero la sociedad almeriense ha iniciado una marcha contra reloj para evitar la pérdida de una de las figuras más reconocibles de la ciudad.

Después de que este fin de semana se supiera que la propietaria de los terrenos en los que se asienta el inmueble, Suncrest, iba a comenzar su demolición, miembros de la Plataforma «Salvemos El Toblerone» y «Toblerone Vivo» iniciaron una carrera en la que activistas de ambos grupos han llevado a cabo todo tipo de movilizaciones para llamar la atención de los almerienses. Encaramarse al alféizar perimetral de El Toblerone para desplegar una pancarta; solicitar a los operarios que estaban en el edificio los permisos de demolición; denunciar públicamente el proyecto urbanístico que se pretende asentar sobre la superficie o solicitar reuniones de urgencia con la delegada de Cultura han sido algunas de las medidas puestas en marcha hasta ahora. Mientras, las reacciones no dejan de sucederse, como la del presidente de Suncrest, Joaquín Salvador Padillo, que ha remitido un comunicado en el que recuerda que «ninguna institución ni entidad, ni las dotadas de competencias para ello ni las que no las tienen, han avanzado en absoluto en un posible proceso de declaración de bien cultural» de El Toblerone. Padillo recordó que su desmantelamiento comenzó con la aprobación del Plan General de 1998, que lo «señaló como elemento obstaculizador del desarrollo, la integración y las comunicaciones».