Política

Cárcel

La defensa alega «arrebato» en el crimen machista de «Rosarito» que la familia ve premeditado

Los hermanos de la víctima critican las pistas sin investigar de más implicados del entorno del marido

El juicio contra A. M. M. G. comenzó ayer en la Audiencia de Sevilla, donde es enjuiciado por un jurado popular / Foto: EFE
El juicio contra A. M. M. G. comenzó ayer en la Audiencia de Sevilla, donde es enjuiciado por un jurado popular / Foto: EFElarazon

Los hermanos de la víctima critican las pistas sin investigar de más implicados del entorno del marido

«Justicia para Rosario» es lo que clamaba en unas chapas en sus solapas y lo que pidió ante los micrófonos y las cámaras la familia de «Rosarito, cuyo marido es juzgado desde ayer por en la Audiencia de Sevilla por un jurado popular, acusado de asesinarla el 16 de abril de 2017 y arrojar su cuerpo dentro de una maleta a un arroyo seco en Alcolea del Río (Sevilla) tras dejar a la hija de ambos, de 11 años, con una vecina. La Fiscalía pide para el acusado 20 años de prisión mientras que las acusaciones particulares que ejercen los padres y hermanos de la víctima reclaman 25, así como la Junta, personada como acusación popular al ser un caso de violencia de género.

La constitución del jurado se retrasó más de la cuenta por lo que en la sesión de ayer sólo dio tiempo a que las partes presentaran sus alegatos iniciales. La defensa de A.M.G.G. calificó los hechos de homicidio y no de asesinato, por lo que pidió siete años y medio de cárcel, al alegar que su cliente sufrió un «arrebato» y «enajenación mental» durante una pelea porque la víctima quería separarse, al tiempo que reclamó que se apliquen estas circunstancias como atenuantes o eximentes incompletas al igual que la confesión y las dilaciones indebidas, ya que el acusado lleva dos en prisión provisional. Por su parte, tanto las acusaciones como la Fiscalía consideran que el crimen fue planificado, premeditado y con alevosía pues tras él, el acusado siguió con su vida normal y sólo confesó tras verse cercado como único sospechoso.

Al hilo de esto, dos de los tres hermanos de la víctima, Ángel e Inmaculada, lamentaron que durante la instrucción no se investigaran extremos como la huella de una mujer hallada en la maleta en la que apareció el cadáver, pese a la petición que hizo su abogado, y otras pruebas como conversaciones alertando al acusado de que podía tener pinchado el teléfono que aparecen en el sumario. Según los familiares no se investigaron suficientemente para determinar si hubo otras personas del entorno de A.M.G.G. implicadas en el crimen o que conocían los hechos los días posteriores hasta que se encontró el cadáver sin que facilitaran información. Algunos de estos parientes llevaban chapas con frases del sumario relativas a esas pistas que a su juicio no han sido investigadas, por lo que pidieron «justicia» y que se llegue «hasta el final».

La hija menor, con un hermano del acusado

La defensa del acusado esgrimió como prueba del carácter «violento» de la madre con su hija que ésta prefiere estar con su tío paterno. La familia materna afirma que reclamaron su custodia pero de momento no la han logrado ni los abuelos ni los tíos maternos, algo que no entienden y por lo que anuncian que seguirán peleando tras este juicio.