Huelva

La desaparición de droga en la Jefatura de Sevilla se salda con 17 años para Lars

El ex agente de la Udyco es condenado por robo, narcotráfico y blanqueo de capitales

El ex agente de la Udyco Lars Sepúlveda Madsen, durante el juicio
El ex agente de la Udyco Lars Sepúlveda Madsen, durante el juiciolarazon

El robo de 138 kilogramos de droga de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental se salda con la condena de 17 años de prisión para el principal acusado, Lars Sepúlveda Madsen; de15 años y medio para su cómplice, Manuel Alonso Núñez; y cinco y dos años para sus respectivas parejas por su colaboración en el crimen. Hasta ahora se hablaba de 154 kilogramos, pero no hay pruebas para atribuirles la diferencia.

La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla dictaminó que Lars Sepúlveda Madsen es «autor responsable» de los delitos de robo continuado», por lo que se le condena a tres años de prisión e inhabilitación para ejercer de ante de la autoridad; y «tráfico de drogas», con una pena de nueve años de cárcel y una multa de seis millones; blanqueo de capitales, con cinco años recluido y 600.000 euros de multa.

Su cómplice «Lolo» es «autor responsable de un delito de robo continuado», por el que le caen dos años y seis meses de prisión; tráfico de drogas, con ocho años de cárcel y multa de cinco millones; y blanqueo de capitales, con una condena de cinco años y 1,5 millones.

La pareja de «Lolo», Violeta Sánchez, ha sido condenada a cinco años de cárcel por blanqueo de capitales y una sanción de 1,5 millones. La esposa de Lars, Teresa Márquez, es responsable también de blanqueo de capitales, por lo que se le condena a dos años y seis meses de reclusión y 300.000 euros de multa.

La sentencia, en sus 95 folios, detalla por encima de la veintena de propiedades de los condenados para su decomiso, desde pisos a garajes, trasteros, inversiones, motocicletas, fondos en cuentas o coches de alta gama.

El tribunal presidido por Javier González –el juez del «caso Marta del Castillo»– consideró probado que el ex agente de la Udyco se hizo con una copia de la llave de los calabozos donde se guardaba la droga, «que carecía de cualquier otra medida de seguridad», situando los robos entre finales de 2006 y septiembre de 2009. El fallo entiende que los acusados –«Lolo» y su esposa, principalmente– elaboraron paquetes con «azúcar, yeso y/o cacao» que Lars Sepúlveda sustituía en la Jefatura de Sevilla por los fardos incautados en operaciones policiales, que tienen restos de ADN y huellas de los condenados. También hay indicios «anónimos», por lo que se considera que «han participado también terceras personas» en la trama.

«Toda la droga así obtenida fue vendida a terceras personas que no han podido ser identificadas», sigue el auto. Los procesados obtuvieron «un notable incremento de sus patrimonios». En concreto, «Lolo» y Violeta, «en 720.278 euros»; y Lars, casado en gananciales y poniendo propiedades a nombre de Teresa, «en 280.080 euros», adquiriendo un motovelero, una moto BMW y un Mercedes. La esposa del ex agente, abogada, «colaboró a ocultar el incremento patrimonial».

El propio cómplice de Lars reconoció que «elaboró más de 150 paquetes», la mayoría de veces en su vivienda de Alcalá del Río, y que «iban a ser cambiados por drogra». En ocasiones, los paquetes se entregaban en las cercanías de la propia Jefatura.

La Fiscalía acusó al ex agente Sepúlveda de ser el «autor material y directo» del robo de los 154 kilogramos de droga por su «máxima facilidad» para acceder a los fardos, su conocimiento de la Comisaría y horarios, con la posibilidad, incluso, de que siguiera entrando en el almacen después de pedir una excedencia unos meses antes de su arresto. La Audiencia considera probado que Lars y «Lolo» planearon «a finales de 2006» apoderarse de la «mayor» cantidad de droga «que pudieran». La Audiencia no otorga «credibilidad alguna» a la coartada de los dos principales incriminados, que aseguraron que realizaron los cambiazos por encargo del jefe de la Udyco, Francisco T. Hasta Lars admitió que «no era hombre de la confianza» de su jefe. Violeta tuvo una «actuación meramente auxiliar en la confección de los paquetes». «De sus diez huellas dactilares encontradas, nueve están en el interior de los envoltorios», por lo que «necesariamente fueron elaborados por ella» y no fueron tocados «accidentalmente» como aseguró. «Sólo se ha acreditado que confeccionó los paquetes a instancia de su pareja», por lo que tuvo una participación «accidental y de carácter secundario», dice el auto, pero «sabiendo que eran realizados para cometer un delito».

La comisión de un delito de blanqueo es «palmaria» para el tribunal, rechazando que el patrimonio proceda de inversiones de los encartados.

MÁS CASOS EN MÁLAGA, CÁDIZ, SEVILLA Y HUELVA

El robo del ex agente Lars fue el primero que saltó a la luz pública, pero no último. En Málaga, en 2011, desaparecieron 300 kilos en establecimientos de Sanidad Exterior custodiados por Interior en el Puerto. En Cádiz, en 2012, desaparecieron 290 kilos de un almacén y tardaron dos días en descubrirlo. Del Instituto de Toxicología de Sevilla desaparecieron 30 kilos de droga también en 2012. La noche de fin de año robaron una tonelada en la aduana de Huelva.