La Junta rechaza dos veces en una semana aclarar si cumplió el déficit

El Gobierno andaluz está enrocado en no adelantar la cifra de déficit de 2012, por mucho que le pregunte la oposición. La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, rechazó el pasado miércoles en el Pleno del Parlamento desvelar si la comunidad se ha ajustado al listón del 1,5 por ciento de endeudamiento anual. Ayer tampoco quiso despejar dudas tras una pregunta del PP en comisión parlamentaria. «Hago un ejercicio de responsabilidad no dando la cifra», «el año pasado dimos un espectáculo y no creo que sea un buen precedente», deslizó la titular de Hacienda. La decisión la dejan en manos del Ministerio.

Con esta crítica se refirió Aguayo al baile de cifras que protagonizaron en el ejercicio anterior varias comunidades. El objetivo de déficit en 2011 era del 1,3 por ciento. Madrid adelantó en un primer momento su cumplimiento, con un 1,13 por ciento, pero posteriormente en el cálculo de cierre afloraron mil millones de euros adicionales y el déficit se elevó hasta el 2,21. Algo parecido le ocurrió a Valencia, que del 3,68 inicial pasó al 4,5; y a Castilla y León.

Andalucía incumplió. Pero además tampoco estuvo ajena a este baile numérico. Hay que recordar que un mes antes de que el Gobierno diera las cifras definitivas a finales de febrero, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, aseguró en la Cámara andaluza que el déficit rondaría el 1,4 por ciento. Al día siguiente Aguayo reconoció en Onda Cero que se acercaría al tres por ciento. Finalmente a Andalucía se le desbocó el déficit, hasta el 3,22 por ciento.

Varias comunidades han querido despejar dudas y adelantar que van a cumplir con el déficit de 2012 para trasladar un mensaje de confianza. Entre ellas, Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha. Cataluña, por el contrario, ha avanzado que incumplirá. Primero dio una cifra del 2,3 por ciento y luego del 1,8. El parlamentario del PP-A José Antonio Miranda expresó su sorpresa por la decisión de la Junta de mantener aún oculto el déficit. «La información da tranquilidad a los ciudadanos porque saben que no tendrán que tener nuevos ajustes». De no cumplirse, «sería un sufrimiento innecesario». Hay que recordar que por cada décima de desviación, el ajuste tendrá que ser de 140 millones de euros. Parte el PP-A de la idea de una suerte de círculo virtuoso para avalar la importancia del cumplimiento de déficit: a menor déficit, menos coste de financiación y más dinero para reactivar la economía.