Elecciones andaluzas
La patata caliente de Maíllo
Zoido y Espadas ponen en marcha su labor de campaña para 2015, mientras IU permanece descabezado en Sevilla
Ni siquiera la opción de liderar una alternativa a Susana Díaz engatusa a Juan Ignacio Zoido. «Le dedico mi corazón y mi pasión al proyecto de Sevilla», dijo el acalde hispalense recientemente, zanjando cualquier debate. Juan Espadas tampoco tardó en transmitir su «decisión personal» tras el cambio en el Gobierno andaluz: «Prefiero el ámbito municipal y ser el candidato socialista a la alcaldía de la ciudad». PSOE e PP tienen definidas sus cabezas de lista para unas elecciones que se ven ya relativamente cerca, en 2015, y hasta el Partido Andalucista, desaparecido del Ayuntamiento desde 2007, anunció el pasado mes de abril que la cineasta Pilar Távora optaría a encabezar un nuevo proyecto. La pregunta que permanece en el aire es ¿qué sucederá en Izquierda Unida? Antonio Maíllo, coordinador general del partido comunista en la comunidad andaluza, tiene la patata caliente de proponer al sucesor del tres veces imputado, Antonio Rodrigo Torrijos.
Lo llamativo, en cualquier caso, no es que la necesidad del recambio sea una consecuencia de la implicación del ex primer teniente de alcalde sevillano en casos que están siendo investigados por los juzgados –Fundación DeSevilla y Mercasevilla– sino que viene impuesta por los estatutos de IU, que dicen que los políticos no deben revalidar más allá de tres legislaturas y él ya cumplió dos formando parte del Gobierno local de Monteseirín y el actual, ejerciendo la labor de oposición durante el actual mandato de Zoido.
Torrijos incumple desde su creación el punto octavo del «Compromiso Ético por la Regeneración Democrática» redactado por IU el 8 de abril de 2011. «Asumir las responsabilidades políticas a que hubiere lugar en casos de corrupción, con dimisión cautelar de los cargos públicos y cargos de libre designación en caso de imputación y procesamiento por delitos de corrupción política o urbanística», reza el mencionado apartado. ¿Otro brindis al sol? Un día antes, el 7 de abril de dicho año, el dirigente de IU era imputado por el caso de la venta de los suelos de Mercasevilla. La credibilidad del partido, también la de Maíllo como coordinador general, ha quedado aún más dañada cuando esta semana el juez de Instrucción número 16, Juan Gutiérrez Casillas, citó a declarar el día 18 de noviembre en calidad de imputado al todavía concejal del Consistorio sevillano. Nadie habla de dimisión, sino de respaldo en IU al concejal previamente condenado por acoso laboral a una funcionaria que se negó a aceptar unas órdenes que «no eran viables».
Maíllo tendrá que calibrar hasta qué punto puede hacer oposición su partido en Sevilla, la capital andaluza, en las actuales circunstancias. ¿Tendrá un arrebato de «coherencia» práctica o sólo teórica? Torrijos se ha negado a dimitir hasta ahora, apelando a su honorabilidad y asegurando tener «la conciencia muy tranquila» con respecto a las irregularidades que se le imputan. No obstante, por simple cuestión de logística, las municipales se echan encima, el nuevo candidato de la coordinadora comunista debería estar ya pateándose las calles para recuperar los apoyos perdidos en las últimas elecciones. En 2011 perdió una concejalía. La otra, además, la ocupa Josefa Medrano, aquélla que prohibió el acto homenaje literario a Agustín de Foxá en un local público de Sevilla, en cuyo debe permanece su inclusión en el ERE de Altadis. La Consejería le reclamó 54.419 euros que percibió como prejubilada en la empresa tabacalera pese a no tener derecho a dicha poliza al ya contar con un sueldo como edil de Participación Ciudadana en el Consistorio.
Si Torrijos renunciase, José Manuel García, coordinador local de la federación, ocuparía la plaza en el Ayuntamiento, el relevo natural. En el horizonte del coordinador local de la federación también aparece una presunta implicación en la «operación Madeja», pues como delegado de Deportes adjudicó varios contratos a la empresa Fitonovo –investigada por las «mordidas» pagadas para acceder a contratos municipales– para implantar césped artificial en los campos de fútbol municipales.
El cordobés José Luis Centella, diputado por IU en el Congreso por Sevilla en las pasadas generales, podría ser un candidato creíble, aunque la estrategia nacional frena este deseo. Sea como sea, la realidad es que mientras Zoido ya se ha activado su «modo calle» y Espadas ha anunciado un endurecimiento de su crítica pensando ya en las elecciones, IU permanece descabezada en la capital andaluza con un líder amortizado y con un oscuro futuro, mediático al menos, en los tribunales.
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