Europa

Déficit autonómico

Lealtad del Gobierno

La Razón
La RazónLa Razón

El acuerdo sobre el déficit de 2013 ha puesto a las claras la diferencia entre la forma de proceder del Gobierno y de la Junta. El bipartito se ha atrincherado en la confrontación contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy, espina dorsal de la hoja de ruta de San Telmo. Esta confrontación se pone de manifiesto en la riada de recursos de inconstitucionalidad –van ocho y se amaga con el noveno–, en la culpa constante dirigida más allá de Despeñaperros, y en la crítica dura: el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, llegó a «invitar» a Montoro a que se metiera el déficit «por donde le quepa». El Gobierno, sin embargo, ha llegado a un acuerdo sobre el déficit que es ventajoso para Andalucía y le deja respirar de cara a la elaboración de los próximos Presupuestos. La comunidad tendrá una horquilla de endeudamiento del 1,58 por ciento, frente a otras comunidades que tienen el 1,3. En un primer momento, el objetivo para todas las regiones era del 0,7 por ciento. La diferencia son más de 1.200 millones de euros adicionales para Andalucía. Este acuerdo no hubiera sido posible sin varios factores. El primero, la dura negociación del Ejecutivo central en Europa. Después de presentar una seria batería de reformas consiguió una moratoria de dos años para llegar a la consolidación fiscal. Ese primer paso, el más importante y que reflejó la credibilidad del país a nivel europeo –no ocurría lo mismo en fechas recientes–, fue el que propició que el Ministerio de Hacienda pudiera abrir la mano. El segundo, y también sustancial, es la lealtad institucional que ha mantenido el Gobierno con Andalucía, independientemente de la diferencia de partido. El Gobierno le ha dado una lección a los dos socios del bipartito.