NÓMADAS DEL EMPLEO: 98.900 andaluces buscan un sueldo fuera

Más de 33.000 personas emigraron a Europa en 2011 y 65.000 al resto de España

La agricultura y la ganadería permitieron al hombre establecerse de manera sedentaria. Era el período Neolítico y se había acabado el deambular explorando nuevos territorios con condiciones favorables para la superviviencia. Hasta que una profunda depresión económica sacudió al «sapiens sapiens», obligado a involucionar en el siglo XXI para, literalmente, ganarse la vida.

Andalucía, como ya ocurriera en los años sesenta, recupera la generación de «nómadas del empleo». De hecho, es la región con mayor tasa de paro de toda la UE, un 34,6% a finales de 2012, según los datos difundidos por Eurostat el jueves. Francia y Alemania siguen siendo el destino preferente para los andaluces que deciden construir su futuro lejos de su lugar de nacimiento. Los dos países concentran a 63.685 de los más de 94.000 inscritos como residentes en alguno de los 27 de la Unión Europea (UE). Reino Unido, con 9.907 «adoptados»; los Países Bajos, con la mitad; e Italia, 2.624, son los otros tres países con colonias significativas de andaluces.

En total, 233.000 emigrados en todo el mundo, 25.000 más que dos años antes. De los datos del Instituto Nacional de Estadística se desprende que América ha saltado al primer lugar como receptor de emigrantes: globalmente está por detrás de Europa, pero los residentes han crecido en 16.500. Dado que los números incluyen también a no nacidos en la comunidad, puede achacarse al regreso de familias inmigrantes a su tierra ante el negro panorama nacional.

Los últimos datos recogidos por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, referentes a 2011, revelan que 33.420 personas hicieron las maletas con destino al extranjero. Málaga, es con mucha diferencia la provincia donde mayor fue el éxodo: 11.750 malagueños se marcharon frente a los 6.468 de Almería, la segunda en este ámbito. En Sevilla,5.469; alrededor de las 2.300 en Huelva, Cádiz y Granada. Jaén (1.661) y Córdoba (982) mantuvieron los menores índices de inmigración extranjera.

Los países de la Unión recogieron a la mayoría de andaluces emigrantes (5.171); el segundo destino más buscado es el continente americano, 3.021 personas de las que unas 2.100 viven en Sudamérica. Otros 1.196 se trasladaron a África, 448 a Asia y sólo 57 al continente más lejano, Oceanía. Aunque de la mayor parte de los desplazados, 23.527, «no consta» dónde recalaron.

La colaboración entre los servicios de empleo germano y español se ratificó en enero de 2011. El Gobierno de Angela Merkel reclutaba de personal cualificado para los sectores de sanidad, ingeniería, docencia, hostelería y turismo, profesiones que siguen siendo dominantes. El tráfico laboral entre ambos estados es significativo: la Seguridad Social alemana tienen inscritos a 43.548 trabajadores españoles; en España, son 37.797 alemanes afiliados. En otro espectro, hace unos días la ministra de Empleo, Fátima Báñez, cerraba un acuerdo para ofertas a 5.000 jóvenes. La formación profesional dual –trabajo y estudio– encomienda su éxito a la alta tasa de paro juvenil, rozando el 57% –en la que Andalucía destaca– .

El resto de comunidades nacionales también acogen a un alto porcentaje de andaluces. En 2011 se superaron los 180.000 traslados por parte del grupo de población activa –entre 16 y 65 años–. Madrid, con 13.836, y Cataluña, con 11.236, son los destinos más elegidos; por detrás, la Comunidad Valenciana y las islas. También en este apartado los malagueños fueron los más decididos: 51.817; seguidos de cerca por sevillanos (48.994) y cordobeses (38.807), más propensos a cambiar de domicilio cuando no hay que atravesar las fronteras.

Globalizados por obligación, devueltos al papel de mano de obra del continente, aunque ahora en el equipaje de mano rebosen los títulos universitarios con envoltura políglota.