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Por fin es junio

La duquesa de Sussex ha despertado el delirio de ser una especie de hada madrina que ha llegado a Gran Bretaña para solucionar cualquier problema (Foto: Reuters)
La duquesa de Sussex ha despertado el delirio de ser una especie de hada madrina que ha llegado a Gran Bretaña para solucionar cualquier problema (Foto: Reuters)larazon

Este alborozo es más una esperanza que una realidad. Es seguro que llegarán los días que las temperaturas se vuelvan infernales, que la sed y el calor sean muy difíciles de paliar, pero cierto es que llevamos abril y mayo sin que se haya visto un día entero de pleno sol. La luz que da a toda Andalucía un color especial siempre ha estado matizada por una especie de ligero velo. La media de la temperatura no ha pasado de 23 grados. A 2 de junio seguimos por la misma senda. Claro que siempre quedará el recurso de culpar de la anomalía a Rajoy y a Sánchez, esto según el color que tengan tus ideas. Hoy domingo voy a actuar como si la temporada de verano ya estuviese abierta por el calor, por tanto, les ofrezco, en su parque más cercano, tomando su clásico aperitivo, a base de helada cerveza y aceitunas gordales –este comienzo sirve igualmente, para chiringuitos de playa, bar de alta montaña, barco surcando la costa de Cádiz y hasta en su propia casa–, un artículo frívolo y donde no recordemos la formación del próximo Gobierno, ni mucho menos el órdago que Torra lanzará a Sánchez en la toma de posesión del Gobierno catalán. Empiezo por lo que me ha parecido una lección de inteligencia y clase: la dimisión de Zidane. Abandonar el mejor club del mundo, después de realizar la proeza de ganar en 30 meses tres copas de Europa es asombroso. Todavía resalta más tanto mérito cuando explica los motivos por los que toma tan importante decisión. No dejarse deslumbrar por el último título conseguido, aceptando que la temporada no ha sido buena, que la plantilla necesita renovación, que él no se encuentra en disposición de liderar los desafíos que el Madrid precisa. No se va como otras estrellas, porque crea que cobra menos que otros, ni tiene contrato con otro club, se va con elegancia, con gran categoría porque cree que es lo mejor para su club, el Real Madrid. Qué lección para todos, sobre todo para los políticos y más en el momento actual, en el que se acusan los unos a los otros de sólo querer el poder, dando muestras a diario de que todos padecen del mismo mal. Mi admirado Alfonso Ussía, en una entrevista, desgrana una lección de inteligencia y de libertad en el uso de su profesión, incluso en su opciones políticas. La tonta pasión en estos casos no le ciega, por eso no tiene la menor duda en decirnos que Mariano Rajoy ya estaba amortizado antes de ser presidente, que Aznar ha sido la persona más nefasta para el PP en los últimos 25 años.
Del ministro en funciones de Hacienda, el siempre temido Montoro, no tiene ninguna duda, es un auténtico sinvergüenza. Alto, claro y sin arrugarse en nada. Por cierto, leo en una revista del corazón que una periodista, miss, concursante de «Supervivientes» y especialista en temas del corazón ha sido nombrada secretaria de comunicación y medios del PP. La verdad es que el cargo le ha llegado en un momento para gritar «tierra, trágame». Decía Herrera que hay más tontos que botellines de cerveza, he aquí una muestra del dicho. La duquesa de Sussex, de soltera Meghan Markle, ha despertado en muchísimas personas una especie de delirios, que ven a la duquesa como una especie de hada madrina que ha llegado a Gran Bretaña para solucionar cualquier problema, pero este magnetismo ha llegado hasta publicaciones de tanto prestigio como el semanario «Vogue», que afirma que es una mujer líder en la lucha por el feminismo y que ha llegado para ayudar a la monarquía a que adopte una nueva identidad. Ya ven, una actriz de series de televisión de segundo nivel, para entendernos que no es Grace Kelly, viene a enseñar a la Reina Isabel cómo debe actuar. La pobre soberana no tiene quien la aconseje y, después de más de sesenta años en el trono, no sabe qué hacer. Así que me temo que en las vacaciones de verano de la familia real en Balmoral en vez de observar a la reina, con sus faldas escocesas, sus rebecas y su pañuelo sobre la cabeza, la veremos en topless, como la esposa de su nieto, que de esta forma se avanza una barbaridad.