Sevilla
Primer paso para desbloquear el «proyecto Altadis» en Sevilla
Ayuntamiento y multinacional avanzan un «protocolo de intenciones» sobre el que negociar un nuevo convenio de usos de la antigua fábrica
La reordenación urbanística de los suelos de Altadis en Sevilla, una parcela estratégica para la ciudad en pleno barrio de Los Remedios, se reactiva. De nuevo, como ya ocurriera en 2014, en año preelectoral. El Ayuntamiento hispalense ha aprobado un «protocolo de intenciones» en el que la empresa tabacalera accede a una reducción de la edificabilidad de la superficie de usos terciarios pactadas con el anterior alcalde. El convenio firmado por Juan Ignacio Zoido en marzo de 2015 quedó sin efecto legal una vez transcurridos dos años sin que el PGOU fuera modificado. Hoy, el socialista Juan Espadas plantea un nuevo escenario, un nuevo reparto de los suelos y de sus usos concretos, una declaración de intenciones pendiente aún de firma y que dará paso a una mesa técnica sobre la que se abordarán las bases de negociación de un nuevo convenio. Y un objetivo común: poner en valor unos terrenos en desuso desde hace más de diez años para beneficio de los sevillanos.
Los situación urbanística volvió al punto de partida en marzo de 2017. Los suelos de la antigua Fábrica de Tabacos de Sevilla, propiedad de Altadis, tienen la calificación de Industria Singular tabaquera. La obligada modificación del PGOU se contempla por ambas partes -empresa y ayuntamiento- como una doble oportunidad: generar un espacio abierto a la ciudadanía y también como revulsivo económico. El Gobierno socialista de Juan Espadas plantea el cambio desde otra perspectiva. Como punto prioritario obliga a la redacción de un catálogo de bienes e instalaciones que deben quedar protegidos, para lo que se contará con la ayuda del área de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. Luego, se añaden otros retos: la integración del complejo a la ciudad, abriendo al río la fachada urbana, articulando zonas verdes, espacios libres de uso público y garantizando el acceso público a la ribera fluvial; además, la inclusión de equipamientos públicos deficitarios en el distrito; garantizar el protagonismo del edificio principal; la conservación de los Jardines de Manuel Ferrand (el anterior proyecto posibilitaba la construcción de una torre sobre ellos); y la continuidad de la capilla de la hermandad de las Cigarreras.
El protocolo incluye que estos objetivos deben ser «compatibles» con la «introducción ponderada de usos de servicios terciarios», con una «intensidad baja» respecto al anterior convenio (la edificabilidad máxima era de 31.000 metros cuadrados, aproximadamente), y el proyecto arquitectónico ha de ser enfocado desde «criterios de sostenibilidad urbana» y conciliando el interés de la propiedad y el interés público. Precisamente, el Consistorio impulsará un «debate ciudadano» para la aportación de ideas, sugerencias y preocupaciones. Altadis se compromete a ceder los terrenos y edificaciones destinados a equipamientos públicos, espacios libre de dominio y uso público y las superficies destinadas a viarios y la capilla de las Cigarreras.
Juan Espadas defendió que con este protocolo de intenciones, el Gobierno local socialista «mueve ficha» y fija un procedimiento que «garantiza el interés general» y propicia un proceso de «participación urbana» para decidir qué equipamientos públicos promover en dicho enclave. Y aunque el reparto de los suelos, la edificabilidad y los usos concretos de cada zona de la parcela habrán de ser definidas mediante la propuesta de ordenación y el nuevo convenio urbanístico, Espadas aseguró que Altadis «ha aceptado reducir» la superficie destinada a usos terciarios, bajo la premisa de que la prevista en el acuerdo inicial «era excesiva».
Desde la multinacional se destaca la «importancia» del paso dado y se entiende que una vez sentadas las bases de la negociación, se trata de lograr «el mejor acuerdo para Sevilla y los sevillanos, en especial los del barrio de Los Remedios».
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