Sevilla

Seis ingresados por inhalar humo en Sevilla tras el segundo fuego en doce horas

La Razón
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Dos incendios en menos de doce horas provocaron ayer en Sevilla momentos de alarma y tensión sin que, al final, hubiera que lamentar víctimas de carácter grave y daños materiales. El primero de ellos se produjo sobre las diez y media de la noche del domingo cuando salió ardiendo una subestación eléctrica de Endesa junto al centro comercial Los Arcos. Tras varias explosiones, uno de los seis transformadores que abastecen de energía la zona sur de la capital andaluza se incendió provocando llamas de hasta diez metros de altura y una gran humareda, por lo que hubo que evacuar los cines, comercios y restaurantes adyacentes en pocos minutos.

Debido a este incidente, más de 6.000 sevillanos se quedaron sin suministro eléctrico, que volvió a restablecerse pasada la medianoche del lunes. Hasta el lugar se acercaron diversas dotaciones de bomberos y de la Policía, que procedió a cortar el tráfico de las avenidas cercanas para evitar daños personales. Por la virulencia del fuego, las explosiones y la cercanía del centro comercial, a los pocos minutos las redes sociales se llenaron de imágenes del incendio, lo que llegó a provocar malentendidos en la red, ya que se aseguraba que era el centro comercial el que estaba ardiendo. Sobre este asunto, la propia gerencia de Los Arcos salió ayer al paso de las elucubraciones y negó que las instalaciones comerciales sufrieran daño alguno.

Por otro lado, a las diez y media de la mañana de ayer se declaró otro incendio en el conocido hotel Meliá Los Lebreros. Concretamente, en la planta once, lo que obligó a la evacuación parcial del edificio y acabó con once personas intoxicadas por inhalación de humo, de las cuales seis tuvieron que ser trasladadas a dos hospitales de la ciudad, aunque no revestían gravedad alguna.

En esta ocasión, el fuego fue provocado por un joven huésped de 23 años que se encontraba en paradero desconocido en el momento en el que se produjo el incendio y del que la dirección del hotel no tenía noticias. Sin embargo, horas después del suceso, Antonio M. R, sin antecedentes penales, se personó en la recepción del establecimiento para confesar que él había provocado el fuego, momento en el que se llamó a la Policía Nacional, que lo detuvo posteriormente. En su declaración en comisaría, aseguró que incendió la cama de manera intencionada ayudado por papeles y alcohol, y que no era el primer fuego que había provocado, aunque no explicó el porqué de su acción. El joven pasó a disposición judicial acusado de un supuesto delito de incendio.