Literatura

Irlanda

Un poemario para rescatar la memoria de Julia Uceda

La poeta sevillana, afincada en Galicia, durante una visita a su tierra
La poeta sevillana, afincada en Galicia, durante una visita a su tierralarazon

«A veces, el escritor expresa símbolos o mitos muy personales sin advertirlo en un primer momento, aunque lo haya 'pronunciado' correctamente». De esta manera la poetisa sevillana Julia Uceda reflexiona sobre el hecho poético en el prólogo de su último poemario «Escritos en la corteza de los árboles». Uceda es uno de esos sevillanos que salieron de la capital hispalense para desarrollar su carrera profesional en EE UU e Irlanda. No le ha ido mal, y su obra, recogida en «En el viento, hacia el mar» (Vandalia), ganó el Premio Nacional de Poesía en 2003 y el Nacional de la Crítica en 2006 con «Zona desconocida» (Vandalia).

Esta última publicación fue el centro de su presencia ayer en el programa «Letras capitales del Centro Andaluz de las Letras (CAL)», donde mostró los ecos del pasado profundo, perdido en los pliegues del tiempo, y en el que la autora recorre el camino que fue necesario para descubrir la capacidad del lenguaje humano.

Un instrumento clave para la poesía, con la que Julia Uceda mantiene que «no» sirve para cambiar nada, y que para cambiar algo social y políticamente «lo que te sirve es el valor, la ética, no dejarse manipular y responder con la verdad cuando tengas que responder», señaló en un encuentro previo con los medios de comunicación. Por ello, aseguró que en la época de la postguerra «los que querían ser muy de izquierdas hablaban de la poesía como arma cargada de futuro», pero «la poesía nunca puede ser un arma porque el arma sirve para matar». «Está claro que quien lo dijo lo hizo con toda su buena intención, pero derivó en muchas tendencias que no servían para nada», matizó. Pese a que las circunstancias han cambiado sustancialmente en nuestro país respecto a su generación, mantiene que se mantiene ese compromiso con las letras, pues «ahora también hay poesía social», aunque «noto que algunos han perdido el sentido del ritmo del español». Sí es cierto que se mantienen rasgos de aquella valiosa etapa con poesía que era «sincera, como por ejemplo la de José Hierro, que hablaba de lo que había vivido», ya que «cuando con 17 años te meten en una cárcel, todo lo que dices después es verdad».

En cuanto a su última obra, «Escritos en la corteza de los árboles», trabaja sobre la memoria, renacerán una vida ya vivida, pero remota, remontándose incluso a los comienzos del habla, cuando el lenguaje aún no estaba codificado. «La palabra es el vehículo para todo», destaca Uceda, quien señala que «si se lee a cualquiera de los griegos, se ve que son ellos los que encuentran las palabras». Una vuelta al pasado necesaria, pues «hay que ir a esos mayores y allí encontraréis el camino».