Varios espectros y un muerto

«La mayoría de los partidos extraparlamentarios cuentan con algún rebotado del PA»

La publicación en el BOJA de las listas electorales, a un mes exacto de las elecciones, coincide en buena hora con días de cementerios, fieles difuntos o que se resisten a abandonar este valle de lágrimas y regresan del Hades para aterrorizar a los más crédulos. En esta última categoría cabría encuadrar a VOX, con listas en las ocho provincias para hiperventilación de una progresía que cree presenciar al fantasma de Francisco Franco en el duermevela del alba y oye en sueños psicofonías con las arengas radiofónicas de Queipo de Llano. No es para tanto, claro, y peor que a la izquierda le sentará esta irrupción a un PP que perderá sufragios por su ala derecha; igual que a los confluentes Tere&Toni les limará los restos de verdina el recalcitrante que vote a Equo, formación ecologista disuelta en su momento en Podemos y reaparecida ahora por su cuenta, intempestiva cual muerto viviente. Más de un escaño se escapará por estos resquicios en la noche del recuento, como a Ciudadanos pudiera arañarle algún diputado otro que ha abandonado su tumba, UPyD, el que fuera su antecesor nada remoto y al que Albert Rivera cortejó hasta la humillación sabedor de la valía de sus cuadros, con a la cabeza un Martín de la Herrán destinado a impedir el liderazgo plutocrático (fue el único aspirante que pudo costearse la campaña) de Juan Marín. Mejor enterrado, felizmente para siempre, está el Partido Andalucista, engendro «rojasmarquiano» o chiringuito «pachequista» que descansará en paz después de treinta años de desafueros en la política andaluza, mayormente en un ámbito municipal que envilecieron con un urbanismo creativo rayano en la cleptomanía. He aquí la coherencia de sus huestes: todo el arco parlamentario y la mayoría de los partidos extraparlamentarios cuentan con algún rebotado del PA.