Verdemar pide «auxilio» a los partidos para frenar los rellenos de Gibraltar

Para Verdemar-Ecologistas en Acción las autoridades de Gibraltar han añadido una nueva «provocación» a su ya extensa lista. Según ha admitido el propio Ejecutivo de Fabian Picardo, la Roca ha desembolsado 28 millones de libras –33,1 millones de euros– para recomprar los terrenos del polémico proyecto «Eastside», tras negociar con sus promotores. De este modo, el Gobierno del Peñón se vuelve a comprometer con el impulso a un plan que prevé la construcción de una promoción inmobiliaria en rellenos practicados sobre el mar en la zona de levante y que constituye uno de los caballos de batalla de los ecologistas por atentar contra el medio ambiente.

El presidente y portavoz de Verdemar, Antonio Muñoz, lo tiene claro: «Ese proyecto no se puede llevar a cabo porque invade el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) español del 'Estrecho Oriental' –aprobado el 13 de febrero de 2009– y está ubicado en una Zona de Especial Conservación (ZEC)». En ese sentido, recuerda que su organización «verde» ha denunciado al Reino Unido ante la Comisión europea y el Defensor del Pueblo comunitario «por la vulneración de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres del LIC del Estrecho Oriental», incluido en la Red Natura 2000, al permitir que Gibraltar siga con los rellenos en su cara este, entre otras cuestiones. Una reclamación que en concreto el Defensor europeo está estudiando, como ya adelantó LA RAZÓN. Muñoz avanza que Verdemar empleará todas las herramientas a su alcance para frenar los rellenos de la Roca u otras «tropelías» ambientales, pero además pide «auxilio» a «los representantes políticos españoles en la Cámara europea», para que «ellos también hagan algo», desliza. «La UE debe defender los LIC y sus áreas protegidas», clama Muñoz, para explicar que el Reino Unido «ha engañado a la Comisión al mantener que los rellenos de Gibraltar se han llevado a cabo fuera del LIC». «No es cierto –avisa–, se refieren al promovido por ellos en 2006, que ocupa una superficie de unas 6.000 hectáreas, pero al ser de menor tamaño que el español –el «Estrecho Oriental» se extiende algo más de 23.641 hectáreas frente a la costa de la provincia de Cádiz–, prevalece el mayor. O sea, el español», recalca. Verdemar ha advertido en múltiples ocasiones a Bruselas que «se está violando la Directiva Hábitas, que pretende contribuir al mantenimiento de la biodiversidad en los estados miembros». Muñoz lo resume: «Es como si España permitiera construir en la playa de Valdevaqueros. No se puede».