Administración Pública
Vivir del Presupuesto público
El enchufismo es una de las peores lacras de las administraciones en España. El buen uso del dinero público no es compatible con el mantenimiento de una casta dirigente cuyos únicos méritos son los servicios al partido político que gobierna. En la Junta de Andalucía son doctorados en esta práctica y si hubiera una estadística certera que midiera esta forma de contratación, la comunidad ocuparía los puestos de cabeza, con grandes opciones de liderar la tabla. Los datos que hoy ofrece este periódico sobre el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), otro ente público de utilidad discutible que se financia con cargo al Presupuesto andaluz, son relevantes. Se trata de un nuevo apéndice de la Administración paralela que el PSOE ha hecho suyo. Dependiente de la Consejería de Presidencia e Igualdad, el IAJ es un ejemplo de que los recursos públicos no se destinan con eficacia y que se pierden en mantener una superestructura que obliga a recortar otras partidas más necesarias. No es razonable que se aprueben recortes salariales a los profesionales sanitarios o de la educación y que se mantenga a personal cobrando de la Administración cuyo principal aval, más allá de los currículum que puedan presentar, es la obediencia debida a los dirigentes políticos de su partido. Ahora que el bipartito encara la elaboración de un Presupuesto «difícil» por las estrecheces económicas es el momento de eliminar la grasa que conserva la Junta de Andalucía y que limita las posibilidades de inversión productiva, fundamental para que el inicio de la esperada recuperación económica no tarde más en prender en la región que en otros puntos de España.
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