Castilla y León
Acercar la Universidad a la empresa sigue siendo una asignatura pendiente
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, Carlos Villar, advierte también sobre la formación y reciclaje de los empresarios
Orientar más lo que se estudia en la Universidad la empresa y a la realidad del mercado laboral es la asignatura pendiente en España, en general, y en Castilla y León, en particular, para crear empleo estable y de calidad. Así lo cree y así lo cuenta a LA RAZÓN el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, Carlos Villar, para quien tampoco debería haber tantos títulos universitarios en cada ciudad con el objetivo de que pudiera darse una formación universitaria de mayor calidad. «Antes la gente iba a Madrid a estudiar y no pasaba nada», insiste Carlos Villar, quién pone como ejemplo la FP Dual, que aúna estudios y trabajo, como otra opción que se debería aprovechar más y mejor.
En este sentido, recuerda que las Cámaras de Comercio son la segunda entidad formativa de España tras la Universidad y, además, con un grado de inserción laboral del 70 por ciento de la gente que participa en los cursos y másteres. «Nosotros como Cámara nos adaptamos en los cursos en función a la economía para que el que haga un curso tenga más fácil después poder colocarse», señala, mientras insiste en que echa en falta que las carreras se enfoquen más a la demanda empresarial y laboral existente en la sociedad.
Igualmente, señala que en comercio exterior no hay técnicos mejores que los de las Cámaras de Comercio «porque llevan más de cien años ayudando a las empresas a vender fuera sus productos y saben cómo, dónde y a quién tienen que dirigirse para entrar en un mercado». Algo que, lamenta, «se aprovecha poco».
En apenas diez días Carlos Villar cumplirá dos al frente de la Cámara de Comercio de Valladolid. Un tiempo complicado para la institución, por cuanto se juntaron la grave crisis económica de España, de la propia Cámara, y la retirada por Ley del recurso cameral, «que nos obligó a tener que reducir a la mitad los servicios que prestan a las empresas».
Pero ahora dice sentirse más cómodo y, sobre todo útil, y asegura que se encuentran en un momento ascendente. «Nos ha costado dar a entender a las empresas de que éste era el momento de que aportaran y se echaran para adelante porque merecía la pena aprovechar los servicios que ofertamos», apunta el dirigente, quien aún no ha decidido si se presentará o no a las elecciones que se prevén este año en a Cámara de Valladolid. «Dependerá del proyecto que tenga en Protos y el tiempo que me pueda dedicar», afirma. Pero mientras todo esto ocurra, sigue trabajando porque las empresas y los emprendedores de Valladolid tengan en la Cámara de Comercio su hogar, y por eso pide a las administraciones que les tengan en más consideración. «Las Cámaras de Comercio formamos y creamos empleo. Estamos en contacto con las pequeñas y medianas empresas y conocemos mejor que nadie sus problemas y necesidades. Por eso sólo pedimos que nos tengan más en cuenta y más coordinación entre todos los estamentos que nos encargamos de ayudar a la gente», destaca Villar, mientras insiste en que «estamos para ayudar».
El tamaño importa
También tiene claro que el tamaño de la empresa importa a la hora de ser más competitivos y exitosos en el exterior, y por este motivo demanda a las administraciones central y regional una estrategia «más clara» para que las empresas españolas crezcan en tamaño.
Y considera que hay mucho desconocimiento en las pymes, con directores generales o de departamento «sin experiencia ni la formación necesaria para dar estos pasos». «El empresario tiene que saber no sólo gestionar su negocio y sus productos, sino también el valor de sus productos en el mercado, estrategias o como puede comprar otra empresa. Y no basta con decir que hay que crecer en tamaño sino que hay que poner los medios para que esto ocurra».
La ventanilla única, en peligro, porque no pueden mantenerla
Carlos Villar se muestra crítico con las administraciones ante la falta de fondos públicos para la Ventanilla Única Empresarial. «Es de las pocas cosas que están funcionando bien y que crece cada año porque el que va a montar una empresa lo primero que hace es ir allí a informarse sobre lo que tiene que hacer», lamenta el presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid, quien advierte a este periódico que están sopesando cerrarla o abrirla sólo media jornada porque no la pueden mantener. «Si viene un autónomo a informarse y le decimos que por escucharle le cobramos cien euros no fomentamos el emprendimiento. No es por quejarme, pero es así y nos estamos quedando solos».
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