Empleo

«Béjar tiene que convertirse en una ciudad de servicios; no nos queda otra cosa»

El alcalde de Béjar, el popular Alejo Riñones, acompañado de la consejera de Cultura y Turismo, María Josefa García-Cirac, durante una visita al Museo Textil de la localidad salmantina
El alcalde de Béjar, el popular Alejo Riñones, acompañado de la consejera de Cultura y Turismo, María Josefa García-Cirac, durante una visita al Museo Textil de la localidad salmantinalarazon

Béjar puede presumir de muchas cosas: de su clima, su excepcional paisaje con la sierra, sus castañales y el río como ganchos. Pero, también, de haber sido una de las primeras localidades de Castilla y León que ha aprobado sus presupuestos para el próximo año. El Ayuntamiento salmantino gestionará en 2016 más de once millones de euros. La prioridad: crear empleo. De hecho, más de seis de cada diez euros se destinará el fomento de puestos de trabajo, según apunta Alejo Riñones a LA RAZÓN. «Sabemos que es complicado hacer fijos a los trabajadores pero al menos queremos darles una estabilidad laboral durante seis o siete meses o un año entero», señala el primer edil bejarano del PP, mientras asegura que Béjar tiene que convertirse en una ciudad de Servicios «porque no nos queda otra cosa». Por este motivo, ayudarán a los empresarios y autónomos que tengan un negocio entre manos y quieran emprender a ponerlo en marcha y consolidarlo. Cuenta que en materia fiscal habrá bonificaciones de hasta un 50 por ciento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), así como la reducción de plusvalías o del Impuesto de Actividades Económicas (IAE). «Nos hemos comprometido, además, a comprar locales si hiciera falta para la creación de pequeñas empresas», destaca el alcalde de Béjar, quien recuerda con nostalgia que la otrora ciudad textil ya no es lo que era.

Al respecto, Alejo Riñones aprovechaba la reciente visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al municipio hace apenas un mes, para pedirle que los trajes para los militares que actualmente hacen empresas españolas en China principalmente a u otras partes del mundo donde les sale más barato, se puedan hacer en Béjar. «Sería importantísimo para nosotros y para recuperar a una industria que llegó a tener más de cinco mil personas y familias viviendo de ella, y ahora apenas quedan ciento y pico trabajando», señala. El alcalde tiene claro que su municipio necesita ayuda. No más que nadie, pero tampoco menos. Y apunta al respecto a otras zonas de la Comunidad como las cuencas mineras, «que yo respeto y comparto porque lo están pasando mal», dice, pero demanda a la Junta que mire para Béjar «porque aquí también lo estamos pasando muy mal y hemos sufrido una reconversión industrial más importante que cualquier otra ciudad». Por este motivo reclama la ayuda institucional para potenciar la estación de esquí de La Covatilla. «Es la primera empresa de Béjar, ya que da trabajo directo a más de ochenta personas pero de forma indirecta a muchas mas porque son más de 50.000 los esquiadores que vienen cada año a lo largo de los cinco meses que dura la temporada, que llenan hoteles y restaurantes», señala Alejo Riñones, quien afirma que La Covatilla necesita inversiones como un nuevo telesilla y cañones para hacer nieve así como aumentar la potencia eléctrica desde la olla hasta arriba, y que el Ayuntamiento por sí solo no puede acometerlas.

Dar un nuevo impulso a la Finca de El Bosque, que data de 1567 y esta declarada Bien de Interés Cultural desde 1949, es otra de las prioridades para 2016. «Tiene que ser un gancho para atraer turistas, y por ello hay que darla un uso y terminarla de rehabilitar. Las obras ya han empezado de la mano de la Junta que destinara 400.000 euros para rehabilitar El Palacete y las Caballerizas, entre otras cosas, pero hay que recuperar lo más importante que es el jardín», señala Alejo Riñones.

Las Edades del Hombre, una vieja demanda de los bejaranos

Alejo Riñones avanza también a este periódico que otro de los desafíos que persigue para esta legislatura es el de que Béjar acoja una edición de Las Edades del Hombre, ya sea en 2017, 2018 o en el año 2019. «Somos una ciudad con más de catorce mil habitantes que pertenece a Castilla y León, y aunque su Diócesis forma parte de la localidad extremeña de Plasencia, no nos podemos quedar sin una edición», advierte el alcalde bejarano, mientras explica que trabajan para convencer a la Fundación de las Edades del Hombre de que «ya ha llegado la hora y que es el momento de que Béjar albergue una edición y tenga su sitio en Castilla y León».