byHelen de Arévalo gana mercados con su diseño

La ciudad abulense de Arévalo vive este año una cita única, la muestra de Las Edades del Hombre, que ya ha atraído a miles de personas de toda España. Eso se nota en sus calles. No tanto en los comercios. O al menos, eso nos dice Helena Soler, una joven emprendedora, con establecimiento en la Plaza Ángela Muñoz, una zona de paso hacia el barrio húmedo de la localidad, donde lleva funcionando cuatro años su comercio. Una tienda que ofrece bisutería con cristal, zamack (acero bañado en plata) y cuero, bolsos, tocados... casi todo producto nacional de calidad y con su marca personal, «byHelen». «Procuro que todo lo que vendo sea español», asegura esta joven, que señala que «busco proveedores directos para que al cliente le salga la compra más barata».

De hecho, cuenta con clientes de toda la zona norte de Ávila, pero también de Madrid, Valladolid y del País Vasco. ¿Por qué? Por la calidad del producto y la abismal diferencia que presentan sus tocados o abalorios con respecto a los de esos lugares. «Deben tener un margen de beneficio brutal», ironiza. Pero, ese abanico que se abrirá este año por la muestra titulada «Credo». Precisamente con motivo de esa actividad, Helena va a lanzar una pieza de zamack que busca representar a todos los vecinos de Arévalo, con el castillo local y el logotipo de su comercio. De hecho, ésta es la última iniciativa de Helena Soler, quien desde que tenía 15 años hacía collares, muñequitas de fieltro y diademas a sus amigas, y, tras una mala experiencia laboral en Madrid, decidió instalarse en su localidad de origen y, animada por su ahora marido, abrió el negocio hace cuatro años.

«Empezamos bien. Ahora nos mantenemos», expone Helena, quien considera que «de negocios como el mío es de lo primero que se quita el cliente. ¡No lo va a hacer de comer!»

Más atenciones

Helena, asimismo, remarca que el comercio local está en declive y que muchos mantienen el cartel de abierto porque los locales son de su propiedad. «Si no -razona-, ya habrían cerrado». Por ello, considera que su alcalde «debe mirar más por este sector, porque es lo que está moviendo el municipio». Del día a día, esta autónoma destaca la satisfacción que supone el trato con la gente, si bien considera que se exprime mucho a las pymes. «No entiendo por qué a un negocio pequeño como éste es al primero que se va a inspeccionar, cuando el reto que tenemos nosotros es superar el mes y lograr hacer los menores gastos». Así las cosas, es rotunda al señalar que «cuanto más beneficio tenga el autónomo, más debería pagar. ¿Qué es eso de una cuota prácticamente uniforme para todos nosotros?» Por ello, estima que no pueden pagar lo mismo grandes comercios y todos los demás.

La buena hermandad entre comercios vecinos es otra clave, manifiesta, para que las cosas vayan, al menos, «tirando». Ella reconoce que una carnicería próxima le aporta muchos clientes.

En cuanto a su formación, asegura que hizo un secretariado de dirección, y que, una vez que se decantó por esta profesión casi vocacional, no deja de acudir a cursos. «He ido a muchos. De bolsos, trenzas, tocados...», señala, a la par que considera que «cuando tienes un nivel, sólo con verlo en una foto, sabes cómo se hace un complemento».