Ciudadanos anima a aprovechar la «ocasión para acabar con 32 años de resignación»

«Hay que aprovechar la ocasión para acabar con 32 años de resignación». Así lo señaló el candidato de Ciudadanos (Cs) a la Junta, Francisco Igea, durante una visita a la comarca de las Merindades en Burgos. Por este motivo, animó a los castellanos y leoneses a votar a la formación naranja para lograr el cambio y la libertad en la Región.

«Somos unos peligrosos liberales, sí, y unos peligrosos veletas, y esto quiere decir que Cs es capaz de hablar y dialogar con todos para que la sociedad avance y vaya lo mejor posible», subrayó. Francisco Igea también indicó que «sólo las veletas saben siempre hacia donde sopla el viento de la libertad».

Asimismo, señaló que el próximo 26 de mayo nuestra Comunidad se juega «seguir viviendo en la resignación, o lograr que el futuro esté en manos de la gente normal y corriente que quiere sacar a esta tierra hacia adelante», informa Ical.

El candidato de la formación naranja afirmó que «no tenemos miedo a dialogar con nadie», ya que según aseguró «dialogar, es ser un político europeo en el siglo XXI, ponerse de acuerdo para salir adelante», porque nadie «tiene la verdad absoluta». «Vivimos en un país de absolutistas. Ni en la izquierda, ni en la derecha está la salvación, salvación está en el diálogo», añadió.

Igea agradeció a todos los candidatos a las alcaldías su trabajo, muchas veces a cambio de «patadas y rumores». «Sois la política de verdad», destacó, y les explicó que en los días que restan de campaña toca dar la cara, colocarse delante, y explicar que sin libertad no hay crecimiento, no hay desarrollo del talento.

«Sólo las Comunidades libres, las que dejan crecer a los mejores, son las que progresan», dijo el líder de Cs, «y no aquellas donde hay miedo, como esta tierra donde la esencia del PP es la apelación constante al miedo y al conformismo, que es uno de los males terribles» de estos 32 años.

Por último, reconoció que la comarca de Las Merindades necesita progreso, infraestructuras y estar en igualdad de condiciones para poder competir. No puede ser que al otro lado de la montaña, en el País Vasco, las condiciones fiscales para las empresas sean mejores, porque se va. «No somos mejores que nadie; pero no somos peores, ni tampoco somos la gente del trabuco y la reconquista. Somos iguales, y eso implica igualdad de trato entre Villarcayo y Tierra de Campos, pero también entre Castilla y León y San Sebastián», concluyó.