Condenado a dos años de cárcel el empleado de la gasolinera que clonó tarjetas de los clientes en Valladolid

La Audiencia de Valladolid ha condenado a una pena de dos años de cárcel, frente a los ocho solicitados por el fiscal, al que fuera empleado de la gasolinera 'Feroslu' de Laguna de Duero Elpidio Antonio M.A. por clonar entre los meses de marzo y abril de 2009 las tarjetas de crédito de clientes que luego fueron usadas por otros cómplices para realizar compras con cargo a las cuentas de los legítimos propietarios de las mismas.

En su sentencia, la Sección Cuarta de lo Penal considera al citado individuo, de origen dominicano, autor de un delito continuado de falsificación de tarjetas de crédito en concurso medial con otro de estafa, si bien le aplica las atenuantes de confesión y la muy cualificada de dilaciones indebidas, como consecuencia de la dilatación injustificada de la causa, según informaron a Europa Press en fuentes jurídicas.

El fallo, que no aplica la agravante de pertenencia a una organización criminal, ya que no ha sido posible acreditar tal circunstancia debido a la imposibilidad de tomar declaración a los otros dos acusados, Gilberto A. de la R. y Gaspar L.A, también de origen dominicano y que se encuentran en situación de busca y captura, con lo que la condena contrasta con las peticiones de ocho y siete años de prisión que habían sido interesadas, respectivamente, por el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares ejercidas por Servired y BBVA.

En concepto de responsabilidad civil, el 'exgasolinero' habrá de abonar un conjunto de indemnizaciones de 10.300 euros.

AMENAZADO POR UN PELIGROSO 'NARCO'

Durante el juicio, el ahora condenado, que carece de antecedentes penales, confesó la autoría de los hechos pero en su descargo alegó que se vio obligado a clonar las tarjetas bajo las amenazas y coacciones de un compatriota al que identificó como Eleuterio Guante, un peligroso narcotraficante, como así denunció, que le advirtió de que si no se sometía a sus pretensiones sería responsable de lo que pudiera ocurrirle a su familia, residente en Santo Domingo y a la que tenía perfectamente localizada.

Elpidio Antonio se limitaba a copiar las tarjetas con un aparato denominado 'skimer' mientras que otras personas se encargaban del volcado de la información de las bandas magnéticas en otros plásticos falsificados y los denominados 'pasadores' las usaban luego para efectuar las compras, escalón este último en el que se hallarían los también dominicanos Gaspar L.A. y Gilberto A de la R, en paradero desconocido y que se sentarán en el banquillo si algún día son localizados.

La defensa de Elpidio Antonio había solicitado un año y medio de prisión al considerar que en los hechos concurrían las atenuantes de confesión y dilaciones indebidas y la eximente de miedo insuperable, petición esta última que no ha sido atendida por la sala. "Basta meterse en Internet para saber quién es este señor y cómo se las gasta", advirtió entonces la defensa.

A lo largo del proceso judicial quedó patente que las investigaciones conjuntas realizadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional no concluyeron con la desarticulación de la supuesta banda, integrada por más personas de las finalmente imputadas, debido a que el propietario de la estación de servicio rechazó que Elpidio siguiera clonando tarjetas, bajo supervisión de los investigadores, a fin de identificar a la totalidad de los implicados.