El Día de la Provincia de Salamanca reconoce el aporte vital de las diputaciones

El Día de la Provincia de Salamanca, celebrado ayer, se aprovechaba para hacer un reconocimiento a la «decisiva» aportación de las Diputaciones en la mejora de la calidad de vida de las personas que viven y trabajan en el medio rural. «Son las que mejor conocen los problemas de los ciudadanos», destacaba Javier Iglesias, presidente de la Diputación de Salamanca, para quien estas instituciones son «parte esencial» de la Democracia en España.

En este sentido, Iglesias ponía en valor el trabajo diario y vocación de servicio público de los alcaldes y concejales. «Sin ellos, la Democracia estaría incompleta y los habitantes del medio rural no tendrían ni voz y ni voto», apuntaba. De la misma forma, el presidente de la Diputación de Salamanca destacaba el protagonismo de estas instituciones provinciales en la cohesión y vertebración de la España autonómica, así como su labor en defensa de los derechos y oportunidades de los habitantes «que no viven ni en Madrid, ni en Barcelona, Sevilla o Bilbao». «Los que las critican y quieren eliminarlas, es porque no las conocen ni saben su aporte vital a la transformación del mundo rural», decía Iglesias, convencido de que si las diputaciones no existiesen «habría que inventarlas».

Fue este Día de la Provincia de Salamanca una jornada emotiva también, ya que entre los distintos actos que se organizaban, se rendía un especial homenaje a los nueve presidentes que ha tenido la Diputación de Salamanca en estos últimos cuarenta años de Democracia. Desde Antonio Gómez-Rodulfo, que fue el primero entre 1979 y 1982 hasta Isabel Jiménez, que ostentó este cargo entre 2003 y 2011, antes de que entrara Javier Iglesias, que aún se mantiene al frente. Entre medias, José Muñoz (1982-1983); Juan José Melero (1983-1988); Charo Diego (1988-1991); Jesús García Dávila (1991-1995); Gonzalo Sáiz (1995-1996); Alfonso Fernández Mañueco (1996-2001); y Manuel Sánchez Velasco (2001-2003).