Castilla y León
El presidente de la Federación de Sordos de CyL, acusado por acoso sexual a su intérprete
Fiscalía de Valladolid y la acusación particular solicitan 4.320 euros de multa y seis meses de cárcel, respectivamente
El presidente de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Castilla y León (Fapscl), Luis Miguel J.F, juzgado por supuesto acoso sexual al que fuera su intérprete personal en la organización, G.R.B, entre los años 2010 y 2011, ha proclamado su inocencia, considera que los hechos se han "exagerado"y ha enmarcado el trato dispensado al denunciante en su talante abierto. "Soy cariñoso con todo el mundo", ha alegado.
Pese a ello y la petición absolutoria de su defensor, tanto el fiscal como la acusación particular se han mostrado firmes en la tipificación de los hechos y la solicitud de penas, en el caso de la acusación pública consistente en una multa de 4.320 euros y el pago, en concepto de responsabilidad civil, de 2.000 euros en favor del denunciante, mientras que el letrado de este último ha pedido una pena a seis meses de prisión y al abono de una indemnización de 7.000 euros.
La relación entre denunciado y denunciante, que desempeñó para el primero la tarea de intérprete personal entre abril de 2010 y el 14 de marzo de 2011, fecha de su despido, ha sido analizada hoy durante el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal 3 de la capital, donde el máximo responsable de Fapscl, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha negado tocamientos al trabajador y haberle amenazado con el despido si no se sometía a sus supuestas pretensiones de índole sexual. El acusado ha reconocido los mensajes de SMS en términos de "cariño", "besos"o "TQM"--te quiero mucho--enviados a G.R.B, si bien los ha atribuido a su talante "cariñoso con todo el mundo"y sin ninguna segunda intención.
«Me faltaba el respeto»
El acusado, cuya declaración ha precisado de una intérprete de signos, ha explicado que su comportamiento con el denunciado y el resto de la plantilla ha sido siempre desde el punto de vista "profesional"y ha sostenido que la decisión final de despedir a su intérprete personal no fue en represalia a la negativa de éste a plegarse a sus deseos sexuales, contrariamente a lo que sostiene el denunciante, sino tras varios desplantes del trabajador.
"Me faltaba al respeto y siempre quería quedar por encima", ha especificado Luis Miguel J.F, quien ha declarado que por eso convocó a la Comisión Permantente de Feapscl y propuso su despido inmediato de la organización.
Sin embargo, el extrabajador de Feapscl, en algunas fases de su declaración con el llanto contenido, ha relatado la pesadilla sufrida cuando en abril de 2010 dejó su puesto en la asociación local y pasó a la regional para convertirse en el intérprete del presidente, ya que el inicial "tracto correcto"comenzó gradualmente por parte de Luis Miguel a derivar hacia una relación excesivamente "cariñosa"y en la etapa final a auténticas "extralimitaciones".
En este sentido, la supuesta víctima, amén de los SMS recibidos, ha recordado sobre todo distintos viajes en los que tuvo que acompañar al presidente a distintas ciudades y los toqueteos "bastante desagradables"de éste en la pierna y la entrepierna cuando ambos compartían coche.
Pero el viaje que más le marcó, según ha explicado, fue el efectuado en 2010 a Santiago de Compostela, con motivo del Día Internacional de las Personas Sordas, donde el presidente se las arregló para que ambos compartieran habitación en el hotel, a pesar de que en un principio al acusado le habían asignado otro compañero de dormitorio.
Desnudo y brazos en jarra
"Tenía pánico y como la maleta con mi ropa la tenía otra compañera y no pude ponerme el pijama llegué a dormir con el traje", ha rememorado G.R.B, quien ha añadido que esa noche no pasó nada pero a la mañana siguiente asegura que el presidente se puso ante él en tanga, luego desnudo y brazos en jarra y tras comunicarle que se iba a duchar le dijo que podía entrar en el baño "para lo que quisiera".
El intérprete ha subrayado que fue el episodio "más traumático"de los sufridos por parte del denunciado, de quien asegura que en ocasiones, para minar su rechazo a los favores sexuales, le amenazaba con despedirle e incluso con hacer todo lo necesario para que no volviera a encontrar trabajo.
Incluso ha hecho referrencia a una conversación supuestamente mantenida entre ambos en la que Luis Miguel J.F. habría advertido a su intérprete de que el puesto que ocupaba este último implicaba que debía acceder a otras pretensiones distintas de las del trabajo, comparándole con el secretario personal de Marilyn Monroe, y le indicó que "si era más cariñoso con él prosperaría y, siendo tan joven y valiente, llegaría muy lejos en la federación".
Pese a ello, el trabajador rechazó todos los ofrecimientos y solicitó a su supuesto pretendiente que le reubicara en su anterior puesto de trabajo, a partir de lo cual el máximo responsable de Fapscl, tal y como entienden probado las acusaciones, comenzó a realizar comentarios denigrantes sobre su rendimiento laboral, hasta finalmente llegar a su despido.
La vista ha contato con el testimonio de trabajadores y ya extrabajadores de Feapscl, que han coincidido al señalar que en ningún momento presenciaron un desplante del intérprete hacia el presidente ni nada raro entre ambos, a excepción de una exempleada, Támara B, quien ha calificado de "horrible"el ambiente reinante en la federación por aquel entonces debido al "despotismo"y "carácter voluble"de Luis Miguel J.F. y que ha recordado un episodio en el que llegó a presenciar en la sede de la calle Muro cómo el denunciado susurraba algo al oído del intérprete y "parecía que le estaba oliendo la cara"cuando este último se hallaba sentado ante el ordenador.
De hecho, la testigo ha declarado que en un momento dado G.R.B. le contó el acoso que estaba sufriendo e incluso le enseñó los SMS recibidos del denunciado y ella, tal y como ha apuntado, se quedó "alucinada".
Además, un psicológo que elaboró un informe sobre el estado emocional del trabajador considera "creíble"la versión de los hechos de éste y el trastorno emocional que presenta, absolutamente compatible con un supuesto acoso sexual.
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