El Príncipe presencia en Segovia una simulación de catástrofe en España

En medio de una granizada, fuertes vientos y bajísimas temperaturas, que parecían encargados por los organizadores para la ocasión, el Príncipe de Asturias presenció en Segovia el mayor simulacro de catástrofe nacional llevado a cabo en España. Más de 2.500 efectivos, la mayor parte de ellos miembros de las Fuerzas Armadas, y decenas de organismos, coordinados por la Unidad Militar de Emergencias (UME) -creada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2005-, fueron los protagonistas de «Gamma Palazuelos 2013». Un ejercicio cívico-militar que fue seguido junto a Don Felipe, por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y dirigido por el jefe de la UME, el teniente general César Muro. De ser una emergencia real -y el día esté lejano- se hubiera movilizado a más de 35.000 personas.

El escenario en torno al cual se llevó a cabo la simulación, contemplaba 500 fallecidos, 1.000 desaparecidos y 10.000 damnificados. Con uniforme de campaña, Don Felipe pasó más del doble del tiempo previsto en el puesto de mando junto a la docena de profesionales que iban haciendo frente a las incidencias que se producían. Una de ellas, la inundación del santuario de la Fuencisla, patrona de Segovia, donde efectivos y buzos de la UME realizaron una inmersión para recuperar la talla de Virgen y algunos de los objetos de culto que se encuentran en este lugar sagrado desde hace siglos.

Posteriormente, el Príncipe de Asturias y las autoridades que le acompañaban, con el delegado del Gobierno del Reino de España, Ramiro Ruiz Medrano a la cabeza, y el jefe del Estado Mayor de Defensa, Almirante Fernando Gracía Sánchez, alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, siguieron las labores de la Unidad que trabajó en el terromoto de Haití y que está dedicada a la búsqueda y rescate de víctimas, ante cualquier tipo de calamidad en el medio urbano.

Esta Unidad cuenta con el respaldo de Naciones Unidas para intervenir en catástrofes en el extranjero y dispone de un equipo permanente de 50 personas, para trasladarse de forma inmediata, si son requeridos desde cualquier lugar del mundo.

En la presa de El Pontón se realizaron rescates aéreos y acuáticos y pudo contemplar una de las actuaciones más esperadas. La realizada por perros adiestrados por la Guardia Civil que localizan cadáveres sumergidos y buscan posibles supervivientes.

El Príncipe de Asturias recorrió detenidamente el campamento de damnificados, donde se detuvo también más de lo previsto, atendido por voluntarios de la Cruz Roja. Curiosamente, este simulacro de emergencia nacional, se inició en la finca Buenos Aires, en el término municipal de Palazuelos de Eresma, que se ha visto sacudida estos días por los vientos y aires más desapacibles de lo quellevamos de invierno.

Estos ejercicios tienen como objetivo poner en práctica situaciones extremas para adiestrar a todo el personal, tanto civil como militar, que tendría que intervenir en casos de emergencia de inundaciones, contaminación químico y radiológica, así como medio ambiental.