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Encinas dimite al frente de la gestora de Caja Segovia por decisión personal

El presidente de Caja Segovia, Rafael Encinas, y el director de la entidad, Fernando Tapias, durante una asamblea anterior
El presidente de Caja Segovia, Rafael Encinas, y el director de la entidad, Fernando Tapias, durante una asamblea anteriorlarazon

A perro flaco, todos son pulgas, dice el refranero español. Pues esto es lo que le está ocurriendo en las últimas fechas a Caja Segovia, que ha caído en una cascada de problemas, lastrada por un préstamo heredado de la antigua Caja Segovia por una operación inmobiliaria en Asturias con Atilano Soto como presidente. Y es que, apenas quince días ha durado la aventura de Rafael Encinas al frente de la recién creada Comisión Gestora de la Fundación Caja Segovia. El que fuera presidente de la entidad financiera segoviana y persona encargada de liderar el proceso hacia su conversión en Fundación de Carácter Especial, presentó ayer su renuncia al cargo por «razones personales». Pero no se marcha solo, ya que junto a él, también ha dimitido José María Llorente, el miembro de la gestora que representaba al sector de la empresa.

Encinas considera que «nadie es imprescindible», y asegura que ante el proceso de conversión en Fundación «lo mejor es que no existan lastres del pasado».